Más de 170 años después que el cuervo ficticio de Edgar Allan Poe graznó “nunca más”, científicos reportan que los cuervos reales piensan sobre su futuro.
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En una serie de pruebas, los cuervos mostraron indicios de una capacidad general para planear que previamente había sido documentada sólo en humanos y otros homínidos. Incluso muchos simios no la han mostrado.
Los cuervos mostraron que decidían poner a un lado una herramienta que más adelante podían usar para conseguir comida. Y se preparaban también para hacer trueques.
Ya se sabía que los cuervos y otros córvidos almacenaban comida, indicio de que planeaban algo y no actuaban simplemente por impulsos.
Pero esta capacidad más general de planear resulta de una combinación de varias capacidades, y si aparece tanto en córvidos como en homínidos, debe haber evolucionado más de una vez, dijeron los estudiosos suecos.
Los científicos Can Kabadayi y Mathias Osvath, de la Universidad de Lund, realizaron pruebas con cinco cuervos cautivos en dos tareas que no realizan en libertad: usar herramientas y negociar con humanos. Reportaron los resultados el jueves en la revista Science.
A las aves se les enseñó una caja que tenía un tubo que sobresalía, además de tres piedras. Los cuervos aprendieron que podían usar una piedra como herramienta. Si le soltaban por el tubo, la caja soltaba una golosina para perros. También aprendieron que otros objetos familiares, como una ruedita de madera y una bola, no funcionaban.
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En un experimento, se les mostró a los cuervos la caja, pero sin poner piedras a su disposición. Luego retiraron la caja. Una hora más tarde, en otro lugar, les presentaron una bandeja con una piedra y otros objetos que los cuervos sabían eran inútiles para conseguir la golosina.
Se les permitió escoger un objeto de la bandeja. Quince minutos más tarde, les volvieron a llevar la caja. En 14 casos, los cuervos escogieron la piedra y procedieron correctamente.
Lo mismo sucedió en otro experimento en el que la caja no reapareció sino hasta el día siguiente, una demora de 17 horas.
Más estudio mostró que los cuervos dejaban pasar recompensas inmediatas si podían conseguir una mejor si esperaban.
Los cuervos además mostraron que podían negociar para conseguir lo que necesitaban. Los pájaros aprendieron que podían intercambiar con uno de los científicos una tapa plástica azul por la golosina favorita.
El estudio presenta evidencia convincente de una capacidad de planear que va más allá de simplemente almacenar comida, dijeron en un comentario adjunto dos científicos de la Universidad de Cambridge, Markus Boeckle y Nicola Clayton.