Como muchas adolescentes, Fiona Chrystall sufrió hace unos años un desorden alimenticio, conocido como anorexia.
La mayor parte de su tiempo no comía nada, en sus mejores días llevaba a su estómago media galleta de fibra remojada en agua hervida.
"Había veces en las que no comía ni bebía nada en todo el día", dijo a CNN.
Durante ese tiempo, su familia y amigos veían cómo la enfermedad la consumía hasta hacerla ver esquelética, todos estaban desesperados.
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¡Todo cambio!
Un día, la escocesa decidió luchar contra ella misma, no de forma real sino simbólica, para empezar una nueva vida.
Cuando la joven recibió una clase de Artes Marciales en su universidad, se dio cuenta que eso era lo suyo y es el deporte que prácticamente le salvó la vida.
De acuerdo a la entrevista con CNN, la joven reconoce que la batalla probablemente nunca acabe, pero el entrenamiento se ha convertido en una terapia saludable.
"Ahora me enfoco en ser fuerte, estar en forma y saludable, en lugar de parecer un esqueleto", señaló.
Luce increíble
Los resultados del cambio de Chrystall han sido sorprendentes, tanto que se han vuelto viral en Internet.
A sus 25 años de edad no puede olvidar que su cuerpo, de 1,60 metros de estatura, llegó a pesar apenas 66 libras.