Un extraño episodio ocurrió en una carnicería en China cuando, a la vista de todos, un trozo de carne comenzó a temblar como si aún sus músculos estuvieran siendo controlados por algún centro nervioso.
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En la grabación que dura 30 segundos, se observa como el pedazo cuelga de un gacho sin que exista algún aparato o persona que provocará las contracciones.
Sin embargo, los especialistas aseguran que los nervios del animal todavía tenían vida y causaron la contracción automática de la pieza.
Según los funcionarios del departamento de salud animal en la provincia de Shandong, China, dijeron que era seguro para comer y no había nada de que temer.