Una de las más grandes pinturas de Leonardo Da Vince es la “Mona Lisa”. Este cuadro incluye una técnica muy bien utilizada, tanto así que hay muchos misterios ocultos de los que nadie sabía, ¡hasta ahora!
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La sonrisa de la modelo y su enigmática mirada siempre han llamado la atención de los expertos en la materia y también a los fanáticos.
El crítico de arte, Jonathan Jones, publicó en el diario británico “The Guardian” una nueva teoría sobre esta obra.
Basándose en una serie de documentos de la época, el especialista indicó que Lisa Gherardini, la modelo, “tal vez padecía sífilis”.
Al parecer, el esposo de Lisa, Francesco del Gioconco, compró agua de caracol al boticario de un convento florentino. Esta es una transacción que quedó documentada.
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El líquido era usado para combatir enfermedades de transmisión sexual:
"Si la Mona Lisa es un retrato de alguien con una enfermedad de transmisión sexual, estos indicios de muerte y enfermedad de repente tienen sentido. En cuanto a su media sonrisa, se convierte en un reconocimiento irónico de que el sexo puede hacerte enfermo", indicó Jones en su reseña.
En 1503, cuando Da Vinci pintó el cuadro, Europa estaba inmersa en una epidemia de sífilis.
Y, a decir del crítico de arte, la “Mona Lisa” es la impresión de alguien que combina la muerte y el sexo. Esto estaría reflejado en el tono y los sentimientos expresados en su rostro.