La definición de propósitos es una lista mental o un enunciado verbal, que compartimos con familiares o amigos o simplemente la tenemos guardada para nosotros como un recordatorio en nuestra mente.
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Estos propósitos se repiten en nuestra cabeza generalmente en los meses de noviembre y diciembre, permitiéndonos cierto comportamiento licencioso debido a los excesos de las fiestas de fin de año pero con la promesa tácita de que en el mes de enero seremos juiciosos y empezaremos un nuevo y mejor estilo de vida.
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Estos son los propósitos más comunes
1. Pasar más tiempo con la familia
2. Ir al gimnasio, ponerse en forma y perder peso
3. Dejar de fumar
4. Terminar la universidad
5. "Dejar de beber"
6. Eliminar las deudas y ahorrar
7. Aprender algo nuevo, como un idioma
8. Viajar
9. Levantarse temprano para llegar a tiempo al trabajo
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Pero llega enero y generalmente no empezamos por muchas razones: mucho frío para levantarse temprano e ir al gimnasio, en el trabajo hay metas nuevas y estamos bajo mucho estrés, debido al estrés se nos olvidó la fecha de inicio de clases en la universidad y así un largo y repetido etcétera.
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La realidad es que los propósitos son concebidos como un simple deseo, sin trazarse objetivos ni un plan específico para lograrlos, y por lo mismo es difícil cumplirlos.
La mejor manera sería definir exactamente lo que deseas cumplir con una meta medible, por ejemplo bajar 10 libras en 2 meses. Luego las actividades que harán que se llegue a ese objetivo: Caminar 3 kilómetros por tres días a la semana, comer 3 panes al día (en lugar de 3 filas de pan francés), tomar agua pura en lugar de gaseosas.
Para cada propósito bien fundamentado, hay un plan de acción que puede ayudarnos a completarlo. Aún estás a tiempo de depurar tu lista de propósitos y hacer un plan de acción efectivo para uno o dos de ellos. Verás que es mucho más satisfactorio tener 2 propósitos y cumplirlos que tener 10 y frustrarte a los pocos días
