En Guatemala, y en el mundo, las aguas costeras y pelágicas son utilizadas por las tortugas marinas como corredores migratorios y zonas de alimentación. El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) ha ordenado sus esfuerzos para proteger, conservar y liberar a estos animales por medio de la Estrategia Nacional de Manejo y Conservación de Tortugas Marinas de Guatemala.
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Publinews formó parte de un evento especial en el Parque Nacional Sipacate Naranjo, en Escuintla, donde se dieron a conocer las acciones que se están llevando a cabo para conservar estas especies. Además, se liberaron neonatos de tortuga Parlama en el tortugario El Paredón.
Todas las especies de tortugas marinas se encuentran en peligro de extinción, por lo que el CONAP ha puesto en marcha programas de sensibilización, educación ambiental, divulgación y actividades de concientización en el país.
Existen siete especies de tortugas y una subespecie en el mundo. De estas, seis visitan las costas de Guatemala de mayo a diciembre de cada año. Las especies que se pueden observar en el país son Parlama, Baule, Carey, Cabezona, Verde y Negra del Pacífico.
Amenazas
Las tortugas marinas se enfrentan a una serie de amenazas como la destrucción de su hábitat; sobreexplotación humana para el consumo de huevos, carne, piel o caparazón; captura incidental en pesquerías de palangre, redes agaleras o pesca de arrastre; destrucción de los nidos en las playas y la contaminación.
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Con la finalidad de proteger a estas especies, el CONAP cuenta con el apoyo del proyecto “Conservación y uso sostenible de la biodiversidad en áreas protegidas marino costeras”, implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este proyecto es ejecutado por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF).
Acciones
Se han creado áreas protegidas con el propósito de conservar y aprovechar de forma sostenible la diversidad biológica. Además, se han establecido tortugarios. Estos son sitios a cargo de técnicos y guardarecursos del CONAP, quienes reciben los huevos que entregan los parlameros para incubarlos en nidos que están protegidos de la depredación.
Todos los parlameros deben entregar el 20% de los huevos de Parlama que encuentren a un tortugario legalmente autorizado y el 100% de huevos de otras especies.
Actualmente hay más de 20 tortugarios registrados en el país, los cuales deben reportar los datos obtenidos del manejo de cada temporada. Para la temporada 2015-2016 a nivel nacional se reportaron 296,522 huevos sembrados y 274,200 neonatos liberados.
Publinews platicó con Carlos Velásquez, encargado del área protegida Parque Nacional Sipacate Naranjo. “Es un área de dos mil hectáreas con mucha riqueza. Alberga muchas especies de aves, reptiles, peces y otros mamíferos. Cuenta con 20 kilómetros de largo, donde se encuentra el desove de la tortuga marina”, comenta.
“Se lucha para conservar estas especies y por ello contamos con tortugarios y unidades de conservación para la incubación de huevos y posteriormente su liberación”, explica Velásquez.
Además, conversamos con el parlamero Joselino Javier, quien recolecta estos huevos y los entrega a los tortugarios del CONAP. “Somos recolectores de huevos de Parlama. Salimos a caminar por las noches y madrugadas a la playa. A veces contentos de haber encontrado un nido y a veces tristes”, explica.
“Para nosotros es alegre estar en la playa y ya nos acostumbramos al ritmo de trabajo. Donamos el 20% de los huevos que encontramos al CONAP. El resto ellos nos los compran y nos dan una bolsa de víveres que tiene un valor de 30 o 35 quetzales”, agrega.
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