¿Por qué elegimos un perro? ¿por su raza? ¿por su aspecto? ¿por sus carácter?. Las respuestas pueden ser muchas.
Cuando elegimos una mascota buscamos una acorde a nuestra personalidad. Todos elegimos a nuestras mascotas en virtud de nuestros gustos y que a su vez son el reflejo de nuestra personalidad.
¿Tu mascota tiene tu misma cara?
Muchas veces pensamos que ciertos rasgos físicos de las mascotas se asemejan a los de sus dueños.
Recomendados
VIDEO. Policía de Dubai rescata a un gatito de las terribles inundaciones
VIDEO. Controversia por el atrevido look de “monja cachonda” de Rihanna
VIDEO. “Benito Doble P” causa furor por cantar y lucir como su ídolo “Peso Pluma”
Hombre activo, perro activo
Más allá de lo físico, es común ver una “forma de ser” parecida entre mascotas y dueños. Con la convivencia, los animales se vuelven más amigables, activos, sedentarios, inteligentes. Expertos señalan que el 70% de la conducta final de un perro lo genera el ambiente.
El principal medio de comunicación canina es el gestual y postural. El propietario está comunicándose con su animal en todo momento, aún sin darse cuenta de que lo está haciendo. Los animales aprenden por asociación de eventos contiguos en el tiempo, con lo cual la rutina de su dueño en poco tiempo también se transforma en su rutina y la forma de actuar de su propietario (tranquilo, inquieto, calmo, violento, parsimonioso, etc.) lleva a que el perro responda y se comporte también de ese modo.
Hasta los cuatro meses de vida, los perros se adaptan al entorno e “imprimen” conductas que quedarán grabadas para siempre. Dueño, se busca