1. Comodidad ante todo
Hazte de un Bean Bag mediano para cambiar la posición de tu espalda.
Procura usarlo para descansar y no como lugar fijo de estudio para evitar la fatiga del cuello y la espalda baja.
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2. La iluminación es la clave
Escoge bombillos LED para tu habitación. Hay de tres, ocho y 12 vatios, lo que, además de ahorrar electricidad, te ayudará a tener una luz pareja.
La temperatura se mide en grados Kelvin. Si está entorno a los 3,000K será un blanco cálido, 4,500K es blanco puro y 5,800K blanco frío.
3. Cada cosa en su lugar
Block On es un organizador modular desmontable que funciona como mesa, asientos y lugar de trabajo una vez lo desarmas.
4. Para estudiar acostado
La mayoría prefiere recostarse boca abajo sobre la cama para trabajar, pero esto puede provocar daños en las vértebras cervicales.
Este “belly loungers” tiene la inclinación para que tus manos caigan a los lados y mires la computadora hacia abajo sin poner en riesgo los músculos y huesos de tu cuello.
5. Muebles dinámicos
Te aconsejamos que busques mobiliario que desempeñe más de una opción, como un sofá cama, o un taburete plegable que se convierta en banco.
De esta manera podrás variar tu posición de estudio para reducir la tensión muscular y llegar más relajada a ese importante examen.
6. Estación inclinada para laptop
No solo sostiene tu computadora en un ángulo ideal para estar recostado, sino que tiene un espacio plano para el ratón y un lugar para tu bebida favorita.
José Hernández