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Japón va por el "superpiloto" para reducir accidentes

Getty
TOKIO. Que un conductor tenga buena visibilidad sobre el camino no es garantía para su seguridad al volante. Para mitigar las deficiencias humanas, los ingenieros electrónicos japoneses han ideado diversas tecnologías visuales, auditivas, táctiles e, incluso, olfativas.

Al equipar un automóvil de cámaras, radares, sensores, micrófonos y otros componentes electro-sensibles capaces de comunicarse con la computadora central, o con una red que incluya a otros vehículos, el automóvil adquiere capacidades que el hombre no tendrá jamás. Por ejemplo, éste no tendrá nunca una visión de 360 grados o mucho menos será capaz de advertir a un ciclista o a un camión escondido tras un edificio en una esquina cercana.

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Estas tecnologías presentes en el Salón de Transportes Inteligentes de Tokio tienen como objetivo convertir la conducción en semi-automática, un concepto desarrollado principalmente por las constructoras Nissan, Toyota y Honda, sin que por ello el chófer pierda la sensación de que es él quien reflexiona y toma la decisión final.

Un ejemplo: al proyectar en el parabrisas ciertos datos como la dirección a tomar, la presencia de un peatón a 50 metros y la velocidad del vehículo, el conductor dispone de una gran cantidad de elementos visuales que su cerebro tomará en cuenta antes de actuar. Los jóvenes habituados a los juegos de video dominan esta gran cantidad de datos simultáneos y saben reaccionar respectivamente.

La superposición de informaciones en el parabrisas (comúnmente llamada “realidad aumentada” o “AR”) o la proyección de la imagen de la ruta sobre un panel/pantalla son grandes tendencias actuales, que buscan aumentar la seguridad, puesto que la vista del conductor permanece concentrada en el camino.

Muchos conductores escuchan radio y se aíslan del ambiente sonoro exterior que presenta señales útiles como la proximidad de una moto o de un camión. Pioneer desarrolló un dispositivo de audio que mezcla los sonidos pertinentes del exterior con el fin de alertar al interesado.

También es muy importante saber si el conductor está o no en buen estado para conducir.

Para ello, la empresa Denso ha diseñado un analizador de mirada. ¿Cuál es el porcentaje de abertura de los ojos?, ¿a dónde miran?, ¿el conductor está adormilado? Son algunos de los parámetros tenidos en cuenta por el aparato antes de emitir un juicio de valor.

Mitsubishi Electric va aún más lejos con el concepto de “Emirai”, un automóvil del futuro que toma no sólo el pulso sino también la temperatura facial del conductor, y lanza una alarma en caso de anomalía.

Pero, para Yoshi Hasegawa de la facultad de Ciencias y Tecnologías de Aichi, la provincia donde está la central de Toyota, descifrar la somnolencia del conductor e intentar despertarlo no es suficiente para evitar lo peor. Según él, hace falta un sistema que se adapte realmente a sus reacciones.

Así surgió su idea: un timón equipado con una cámara (para seguir los ojos, la atención y el pulso), y botones de reacción para permitir al conductor demostrar que se encuentra alerta y preparado para manejar.

AFP

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