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Eva Oliva

Día Mundial del Melanoma

Experta en dermatología de Iniciativa T. www.iniciativat.com Twitter: @iniciativat Facebook: Iniciativa T Experta en dermatología de Iniciativa T. www.iniciativat.com
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Durante mayo, a nivel mundial, se realizan diferentes actividades en campaña de prevención para detectar a tiempo el melanoma, un temido y mortal cáncer de piel. A pesar de ello, el número de casos se ha incrementado considerablemente en los últimos años, ocupando el tercer lugar en cáncer de piel, con una mortalidad del 75%.

Las personas que visitan al dermatólogo a chequeo de nevos (lunares) y manchas sospechosas, al menos una vez al año, pueden ser diagnosticadas tempranamente, diferenciando entre tumores benignos o malignos, mejorando el pronóstico ya que permite que sea removido antes de que crezca y se disemine a otros órganos (metástasis).

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Ante la posibilidad de un melanoma, lo anterior es de vital importancia, ya que afecta a personas de cualquier edad, apareciendo desde edades tempranas a partir de los 20 años con alto riesgo de invasión. ¿Sabías que Bob Marley falleció por melanoma acral a los 36 años, con metástasis a pulmones y cerebro?

Este comúnmente emerge en un lunar, como una mancha oscura mal definida; incluso afecta mucosas y en uñas, como una línea oscura. Se presenta en áreas expuestas y no expuestas al sol. La edad de aparición va de los 20 a los 50 años, siendo raro en niños y adolescentes. Su desarrollo conlleva varias etapas, aunque no todas ellas ocurren en un mismo orden.

Generalmente, al inicio los nevos presentan cambios degenerativos o atípicos, pasando de ser benignos hacia malignos, posteriormente se da un crecimiento radial (hacia la periferia), luego crecimiento vertical (hacia la profundidad) y por último metástasis linfática y hematógena a otros órganos. Afecta con mayor frecuencia a pacientes caucásicos, pero también a población hispana, indígenas, mestizos, asiáticos y africanos.

Ciertas características físicas de nacimiento son consideradas factores de riesgo, como los ojos claros, pelo rojizo o rubio, gran cantidad de pecas y nevos, así como la tendencia a broncearse o las quemaduras por el sol a lo largo de la vida, contando desde la niñez temprana. El melanoma se presenta en su mayoría como cuatro formas clínicas: extensión superficial, lentigo maligno, lentiginoso acral y nodular.

Esta clasificación depende de su evolución, localización y cuadro clínico. Los primeros tres tienen una fase de crecimiento superficial, que permite, si se detecta tempranamente, una cirugía de la lesión. La última variante, el melanoma nodular, tiene un crecimiento hacia la profundidad, con alto riesgo de metástasis.

Cuando se tiene sospecha clínica de melanoma, estadificarlo es importante para determinar el pronóstico, sobrevida y las opciones para combatirlo. El tratamiento primario debe darse por un especialista, siendo con cirugía e inmunoterapia coadyuvante. En casos de melanoma avanzado, el tratamiento es por un oncólogo y constituye un reto, por lo que la prevención y detección temprana es lo más importante, aunado al uso de protección solar.

El plan educacional de un dermatólogo resulta crítico para una detección temprana, para detener la invasión y metástasis. En promedio, los pacientes tardan un año en consultar previo al diagnóstico. Cada persona puede realizar una autoevaluación de los lunares por medio del ABCD: asimetría, bordes irregulares, color variable y diámetro mayor a 6mm.

Si observa alguno de estos cambios, se detecta un nevo sospechoso. Adicional, debe llamar la atención cuando el lunar presente síntomas como sangrado o picazón. La biopsia es el siguiente paso, para confirmar los hallazgos del examen físico. Recuerda que el melanoma es un cáncer de piel frecuente, que afecta desde edades tempranas a cualquier persona y es curable si se detecta a tiempo.

Cualquier lunar o mancha sospechosa, debe ser revisada por un especialista.

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