“En realidad el gen lo tenemos todos, el que produce el mal olor y el que no”, explicó el doctor Santiago Rodríguez, uno de los autores del estudio.
Existe un grupo privilegiado, muy exclusivo, que no tiene el gen que produce mal olor en las axilas cuando transpiran. Sin embargo, el 78% de las personas gastan cientos de miles de dólares en desodorantes.
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En el noreste asiático los privilegiados son mayoría. En América Latina, varía según el origen o la mezcla étnico de la persona.