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Esta historia comenzó en 2014 y relata cómo las redes sociales, específicamente Snapchat, pueden también ayudar a los jóvenes.
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Sydnee Enos es una joven común que, como tantos hoy en día, usa y disfruta de Snapchat. En la app, desde luego, tiene agregados a la gran mayoría de sus amigos. En septiembre del 2014, a través de la app que mostraba el “snap” de un conocido, fue testigo de una agresión sexual a otra joven.
Inmediatamente comenzó a tomar capturas de pantalla e incluso llamó por teléfono al usuario que había compartido el video para reclamarle.
Fue entonces que llamó a las autoridades, quienes se apresuraron al lugar que Enos había reconocido: un bosque, y encontraron a la joven al borde de la muerte.
¿Por qué revivir esta historia ahora, casi dos años después? Porque hace aproximadamente una semana Timothy Cyckowski, el joven que subió el “snap” y los demás jóvenes que participaron en la agresión, fueron finalmente declarados culpables por las autoridades.
La sentencia se sabrá hasta septiembre de este año.
Rashad Deihim y Kailyn Bonia Policía de Boston Foto:
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Pero, ¿cómo sucedieron las cosas?
Comenzaron bebiendo vodka. La joven abusada tenía solamente 16 años . Luego de algunos tragos de alcohol, las cosas tomaron un contexto sexual y sus “amigos” empezaron a presionarla en ese sentido.
La víctima confiesa que no recuerda todo con claridad, pero algo de lo que sí se acuerda es haberles pedido que ya no le tomaran más fotografías. Por el alcohol y un calmante que había tomado antes de salir de casa, no sólo era incapaz de entender qué pasaba, sino también de consentir aquella situación.
Entre el “jaloneo” y las diversas agresiones sexuales, fue que Timothy decidió subir un video a Snapchat.
Afortunadamente, no alcanzaron a violarla, pues las autoridades llegaron a tiempo.
Timothy Cyckowski era el único menor de edad del grupo, además de la joven agredida y fue condenado a 4 años de libertad condicional.
Esto además de quedar bajo el cuidado del Estado hasta que cumpla 20 años.
Todavía a principios de este año, la traumatizada joven era incapaz de hablar del tema y decir que dichas relaciones no fueron consensuales, pues como mencionamos, no se acordaba de todo el acto.
Sin embargo, diversos especialistas testificaron que de ninguna forma se encontraba en condiciones mentales para consentir.
Por ello, al final del proceso, Kailyn Bonia y Rashad Deihim, los responsables de agredir a la chica, fueron declarados culpables de agresión sexual e intento de violación.
Aún están a la espera de una condena, la misma que llegará a mediados del mes de septiembre.
Con información de “CBS“.
Definitivamente Enos, la joven que alertó a las autoridades, salvó una vida aquél día.