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Cuando morimos, algo que dejamos atrás es nuestra vida en línea: e-mail, redes sociales y demás cuentas que tenemos en Internet. ¿Qué pasa con ellas una vez que nos vamos?
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Es algo en lo que muchos no pensamos, pues no nos parece quizá tan relevante, aunque lo es.
Siempre es útil tener a alguien que se haga cargo de nuestras redes sociales y otras cuentas y pueda, por ejemplo, desactivarlas.
Homenaje en Facebook
Una vez que fallecemos, nuestra página de Facebook se puede convertir en una cuenta conmemorativa en el momento de su fallecimiento, lo único que deben hacer es pedirle a alguien de confianza que, en caso de que esto suceda -esperemos que no-, informe a la red social.
También podemos elegir un “heredero”, esta persona podrá cambiar nuestra foto de perfil o fijar publicaciones, pero sólo eso. Esta opción la podemos encontrar en Configuración>Seguridad>Contacto de legado.
En Instagram, al ser de Facebook, también tenemos la opción de volver conmemorativas las cuentas al momento de la muerte de alguien cercano.
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En el caso de Twitter, la única opción es la eliminación de la cuenta. La red social les pedirá documentos que comprueben el fallecimiento del usuario y el siguiente paso será borrar su cuenta.
Dejar contraseñas
Otra opción, aunque reservada para alguien en quien confiemos plenamente, es dejar nuestras contraseñas en algún lugar seguro donde cierta persona pueda encontrarlas en caso de que fallezcamos, para así poder hacerse cargo.
Seguramente no nos gusta pensar en esto, pero es necesario.
En la galería de imágenes podrán encontrar información sobre Facebook y las cuentas de fallecidos.