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Esta práctica que se está convirtiendo en moda fue iniciada por un proyecto del artista alemán Aram Bartholl. Consiste en colocar memorias USB en las paredes de lugares públicos para incitar a las personas a compartir archivos sin necesidad de Internet.
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El proyecto es llamado “Dead drop” y fue lanzado en Nueva York durante 2010, cuando Bartholl escondió 5 memorias por la ciudad.
En los 6 años posteriores al lanzamiento del proyecto, miles de personas en todo el mundo adoptaron la idea y se convirtió en una tendencia que va en aumento.
¿Cómo pueden participar en el proyecto “Dead drop”?
1.- Hagan un hoyo en algún muro, este debe ser necesariamente en un lugar público.
2.- Incrusten la USB dejando el conector a la vista.
3.- Sellen con cemento el agujero. Recuerden el paso anterior: es importante que sobresalga el conector.
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4.- Informen a “Dead drop” a través de su página la locación de la memoria USB para que ellos la añadan a su directorio público y los demás usuarios conozcan su ubicación.
Encuentren más detalles del trabajo de Aram Bartholl en la galería de fotos.