La oficina con sensores para medir la aburrida actividad cotidiana

La agencia creativa Sid Lee equipó su lugar de trabajo con sensores para monitorear la aburrida actividad cotidiana y así llamar la atención sobre la ridícula manía de los datos auto-seguimiento. Metro visitó Sid Lee para averiguar más detalles.

Bandas trotadoras, aplicaciones de sueño y otros dispositivos portátiles están de moda actualmente, traduciendo todos nuestros pasos y ronquidos en grandiosos datos que supuestamente cuentan algo cuantificable sobre nuestras vidas. Pero todo esto ha enfurecido tanto a una agencia creativa francesa, que se le ocurrió una manera irónica de mostrar nuestra obsesión por la tecnología de auto-seguimiento.

Sid Lee instaló 17 sensores alrededor de su oficina de París para hacer un seguimiento de “datos extremadamentes poco interesantes”, incluyendo la cantidad de café molido que se usa, el número de veces que se abre la puerta de la nevera y cuántos goles fueron anotados en el fútbol de mesa. La compañía presenta los datos en tiempo real en un elegante tablero de instrumentos en línea de modo que los usuarios de Internet puedan mirar boquiabiertos todos los datos calculados en la actividad diaria de la oficina.

“Comenzó como una broma alrededor de la tendencia actual “grandes datos / Internet” de las cosas: todos hablan sobre los dispositivos conectados sin saber exactamente lo que son”, explica a Metro Sylvain Thirache, director creativo ejecutivo de Sid Lee. “En realidad es un ‘mientras más ridículo, mejor’. Son más datos pequeños que grandes”.

“No tenemos ningún otro interés que el de reírnos de los datos recogidos cada día”, añade David Bismut, gerente de producción digital de la firma. Sin embargo, para algunos puede ser interesante saber que tienes más posibilidades de ganar en el fútbol de mesa si juegas con el equipo azul, o que los lunes y martes son los días en que el personal toma más café (la agencia de copropiedad de Cirque du Soleil probablemente necesita cafeína adicional después de un loco fin de semana de payasadas).

Pero, ¿esta configuración fomenta la monitorización invasiva de los hábitos de trabajo de los empleados (sabemos cuántas veces fuiste al baño)? “No vamos a controlar a nuestro personal de esta manera”, dice Thirache. “El proyecto es más sobre asomar nuestras narices en la extrema vigilancia de datos que hay actualmente. Es por eso que los datos recogidos son tan insignificantes; no queremos que nuestro personal se sienta presionado de modo alguno”.

A pesar de no tener malas intenciones, la gerencia modificó todo el sistema informático de Sid Lee para averiguar cuántas veces se utiliza el comando “Deshacer” durante el trabajo. “Mi favorito es el dato de Ctrl + Z”, admite Bismut, un usuario frecuente de este mismo comando. “Es alrededor de las 11 am cuando la tasa está en su punto más alto y la gente hace el mayor número de errores” Para su colega Thirache, es el conteo de fax, que dice “0 fax hoy – último 22 de octubre de 2013”, algo de lo que no puede parar de reír.

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