Opinión

"En busca de un gobierno de unidad nacional"

"¿Cómo dejamos de judicializar la política? ¿Va a ir a votar el 20 de agosto? ¿Ya sabe por quién votar?"

Han sido días intensos para los guatemaltecos, durante los cuales nos hemos unido por la democracia. Aún hay algunos en el país que no pueden aceptar los resultados de la primera vuelta de las elecciones celebradas el pasado 25 de junio, especialmente respecto al binomio presidencial. Costó mucho oficializar los datos, pero, por fin, la semana pasada, el 12 de julio, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) hizo una conferencia de prensa, presentó los resultados oficiales y declaró que los binomios y las organizaciones políticas que participarán en la segunda vuelta son Sandra Julieta Torres Casanova y Romeo Estuardo Guerra Lemus, del partido Unión Nacional de la Esperanza (UNE), y César Bernardo Arévalo de León y Karin Larissa Herrera Aguilar, del partido Movimiento Semilla.

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Durante la semana, el partido Movimiento Semilla tuvo algunas dificultades, ya que se tomó una denuncia de tiempos atrás y la Fiscalía decidió profundizar la investigación y se habló hasta de cancelar al partido debido a anomalías de firmas cuando fue creado. Hubo muchos pronunciamientos apelando al artículo 92 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), el cual señala que no se puede cancelar una organización política durante la campaña. Semilla interpuso un recurso ante la Corte de Constitucionalidad, la que finalmente le concedió un amparo provisional. Sin embargo, la investigación continúa y este asunto va para largo. Al menos, “calmó las aguas”.

Raras veces vemos al país tan unido; sin embargo, es claro que los guatemaltecos queremos defender nuestro sistema electoral con toda valentía y convencimiento, ya que ha costado mucho, especialmente los que vivimos aquellas épocas en las que no se respetaba el voto del ciudadano, sino que se favorecía al gobierno de turno y había una farsa electoral.

Muchos hablan de la ausencia del presidente Giammattei durante esta contienda. Sorprendió una carta que giró en redes sociales, con fecha de 10 de julio, donde expone que existe una campaña de desinformación con el ánimo de generar confusión y desestabilización, abiertamente dice que el 14 de enero de 2024 dejará el cargo como lo manda la Constitución y que es importante que se realice la segunda vuelta en la fecha estimada -20 de agosto-. Posiblemente, le hubiera gustado que el candidato del partido Vamos hubiera ganado para ir a una segunda vuelta, pero resultó que más guatemaltecos se fueron por el voto nulo, UNE y Semilla. Si alguien conoce el sistema electoral es él, ya que trabajó en el TSE con don Arturo Herbruger Asturias, como coordinador general del Proceso Electoral 1988-1991.

Viendo los resultados de las elecciones del Congreso, queda evidente que ambos partidos tendrán que trabajar y negociar con otros partidos para poder llevar a cabo un plan de gobierno en los próximos cuatro años. La Constitución de la República le da mucho poder al Congreso y prácticamente es muy difícil mantener la gobernabilidad y avanzar si no hay un trabajo conjunto.

Hablando con unos amigos, comentamos que la situación actual es similar a cuando Jorge Serrano Elías y Gustavo Espina Salguero ganaron la presidencia en el año 1991 con el partido MAS. En la primera vuelta obtuvieron 24.1% y en la segunda 64.5%. Era un nuevo partido con pocos diputados en el Congreso -18 de 116- y no tenían suficientes cuadros técnicos para lograr alrededor de los mil funcionarios que se calcula se necesita para gobernar y ejecutar un buen plan de gobierno.

La historia mostró que Serrano inició bien, con un gobierno conformado por técnicos de otros partidos. Lamentablemente, no pudo superar el trabajo con el Congreso y decidió dar un autogolpe de Estado, disolviendo el Congreso, la Corte Suprema de Justicia y otras instituciones en mayo de 1993. Adicionalmente, censuró a la prensa. Una jugada similar a lo que Alberto Fujimori había realizado en el Perú por la misma époc. Sin embargo, Serrano no tuvo el respaldo de la población, ya que se percibía como un gobierno corrupto, el Ejército le retiró su apoyo y renunció, terminando en el exilio en Panamá.

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Es de recordar que los datos oficiales le dan a Sandra Torres del partido UNE un 15.9% de los votos y según los cálculos tendrá 28 diputados de 160. En el caso del partido Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo sacó el 11.8% y 23 diputados. He escuchado de ambos candidatos que no harán alianzas con el partido de gobierno. Sin embargo, será difícil lograr cambios y contar con los recursos económicos para lograr un buen gobierno, cuando el partido Vamos tiene la mayoría de los diputados (39).

El país se pierde en divisiones y en discusiones tontas y superficiales, cuando tenemos grandes desafíos en desnutrición crónica, calidad y cobertura de educación, una infraestructura dañada, sin conectividad, instituciones muy débiles, poca certeza jurídica, escasos empleos formales y una gran pérdida de miles de guatemaltecos que optan por irse a los Estados Unidos en busca de lograr sus sueños porque acá no encuentran oportunidades. Requerimos modernizar el país e innovar para lograr el desarrollo.

Indistintamente de quién gane, ninguno de los partidos llegará por el respaldo de su base, prácticamente en la segunda vuelta tres cuartas partes de los ciudadanos harán más un ejercicio de eliminación que de predilección, para lo que considera que habrá más ausentismo y apatía, especialmente si la coyuntura no cambia. El nuevo binomio tendrá más de cuatro meses para buscar los miembros del equipo, ya que a todas luces ninguno los tiene conformados. Bajo los mismos principios y metas claras se puede establecer un gobierno de unidad con técnicos y políticos de otros partidos y buscar de una vez por todas el beneficio de la mayoría de los guatemaltecos.

Estamos cansados de tanta judicialización de la política y la politización de la justicia, hartos de la corrupción y de gobiernos mediocres que no atienden las necesidades de la población. Exigimos a ambos candidatos discusiones serias de sus planes, con costos y estrategias. Definir prioridades y tener todo listo para que en la transición se conozca lo que este gobierno deja y a partir del año entrante iniciar los cambios de fondo, ganándose el respeto y admiración de la población. ¿Cómo dejamos de judicializar la política? ¿Va a ir a votar el 20 de agosto? ¿Ya sabe por quién votar?

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