Opinión

"Un dictador no es opción para Guatemala"

"En Guatemala tendremos muchos candidatos a la presidencia. Se habla de la posibilidad de tener más de 20 binomios. De hecho, posiblemente, se requerirá de dos papeletas para la votación a presidente y vicepresidente."

Se va febrero y con él prácticamente el frío e inicia una especie de primavera en nuestro país. Los árboles vuelven a ser frondosos y verdes, las flores de muchos colores adornan jardines, prados y senderos e inicia la Cuaresma, época muy importante para miles de católicos que con devoción y convicción siguen los rituales y actividades hasta culminar la resurrección de Jesús.

PUBLICIDAD

El ambiente del país está lleno de temores de muchos guatemaltecos, especialmente por las elecciones a realizar el 25 de junio. Por ser un año electoral, al menos para varios, a lo lejos, ven una oportunidad de cambio. No es fácil hacer un diagnóstico del país y más complicado aún es encontrar soluciones para encaminarlo hacia un país próspero, desarrollado, tranquilo, democrático y libre.

Ahora estamos muy influenciados por lo que pasa en otros países. Se habla de los gobiernos en Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Nicaragua y El Salvador. He escuchado muchos comentarios de desesperanza y de poca credibilidad de que la región latinoamericana salga adelante. Tristemente, lejos de avanzar en nuestros países en democracias liberales y Estados de derecho, estamos retrocediendo.

Sin embargo, la postura que más divide es si “quisiéramos a un Bukele como presidente porque él si está acabando con las pandillas y da seguridad”. Pero, no debemos olvidar que él también acabó con la república y la democracia. Y, aunque tenga el 90% de aceptación en su país, es claramente un dictador de los que con el tiempo será igual que la mayoría: cruel, autócrata y desalmado, que regirá el país bajo sus reglas y no bajo un Estado de derecho y libertad. Es de recordar que en mayo 2021 logró la mayoría del Congreso y luego destituyó a los cinco jueces de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. También despidió al fiscal general y a un tercio de los 690 jueces -lo que se considera un golpe de Estado-. Posteriormente, la Corte Suprema aprobó la reelección inmediata presidencial y ahora Bukele tiene la posibilidad de repetir de forma sucesiva -cuando antes tenían que dejar pasar 10 años (dos períodos)-.

Desde el 27 marzo del año pasado, El Salvador cuenta con un régimen de excepción que al inicio se justificó para frenar un incremento desmedido de los asesinatos, que puso en jaque la estrategia gubernamental de seguridad con 76 homicidios en esos días. La medida incluye la suspensión de la libertad de asociación, del derecho de defensa y de la inviolabilidad de la correspondencia. Esta ha sido prorrogada por 10 veces consecutivas y el país ha pasado casi un año bajo este régimen. Claro está que los homicidios han bajado y, debido a que también tiene permiso para construir sin seguir todos los procedimientos de licitación, ha edificado y promocionado una mega cárcel que realmente será de verla para creer que es de verdad para 45 mil privados de libertad.

Un amigo me contaba que un su colaborador salvadoreño que tenía un tatuaje lo agarraron en la calle por pandillero sin tener ninguna relación con esos grupos criminales. Otros colegas salvadoreños no hablan respecto al gobierno por miedo a represalias y a muchos empresarios los está asfixiando para que se vayan del país. Varios periodistas se quejan de espionaje y de la poca transparencia en las compras del Estado.

El año pasado que fui a Lima, Perú, un joven taxista me comentaba del caos político que vivía su país por la poca aceptación que tenía en aquel entonces el presidente Pedro Castillo. Yo le pregunté por qué lo eligieron y realmente no me pudo responder. Sin embargo, le apostaba a que el Congreso lo sacara; “práctica que ya es costumbre en este país”, me comentó. Perú ha contado con seis presidentes en los últimos cuatro años -esto debido a que su Constitución de 1993 permite que la presidencia de la República quede vacante por incapacidad temporal o permanente del presidente, declarada por el Congreso. Demasiado poder al Legislativo en relación con el Ejecutivo.

PUBLICIDAD

Cuando le pregunté al peruano quién sería un buen presidente, me respondió: Bukele. Más me preocupé. Me comentó que lo miraba y lo admiraba en redes sociales, que era joven, directo, poco burocrático y quería cambiar la forma de gobernar al servicio de su pueblo. Lamentablemente, esta es la imagen que proyecta en las redes -mago de la comunicación; una estrella de rock total, un hechicero milenial que tiene encandilados a muchas personas y engañados a una gran mayoría-.

En Guatemala tendremos muchos candidatos a la presidencia. Se habla de la posibilidad de tener más de 20 binomios. De hecho, posiblemente, se requerirá de dos papeletas para la votación a presidente y vicepresidente. Actualmente, están en la etapa de inscripción y del 27 de marzo a 23 de junio estarán en plena campaña los distintos candidatos.

Será de escuchar sus propuestas y preguntarse cómo las piensan llevar a cabo. Se desea desarrollo, prosperidad y seguridad para Guatemala, pero no a costa de perder la libertad. Regímenes autocráticos pueden dar resultados en el corto plazo, pero no son sostenibles. Para muestra, Nicaragua, que para eliminar su competencia electoral y opositores al régimen encarceló a todos y luego les quitó la nacionalidad y los desterró de su país.

Estemos atentos a las propuestas, a las personas que integrarán los 30 partidos políticos registrados en el Tribunal Supremo Electoral y a los comités cívicos en formación. Es de recordar que el Congreso es también muy importante para un buen gobierno, así como alcaldes comprometidos con su comunidad y no con el crimen organizado. No queremos retroceder más. De nosotros dependerá a quiénes elegimos y apostarle al que tenga un buen plan de gobierno, profesionales capaces y honrados para ponerlo en práctica y medidas claves para que las políticas públicas avancen hacia el desarrollo político, económico y social y no se queden los recursos en un grupo de políticos, sindicatos, funcionarios de turno, neoempresarios y delincuentes que han cooptado el Estado, sino al servicio de los ciudadanos. ¿Piensa ir a votar en las próximas elecciones? ¿Qué perfil busca en un binomio presidencial? ¿Cómo escoger a un diputado que lo represente?

PUBLICIDAD

Tags

Lo Último