Estamos a una semana de celebrar la venida del Niño Jesús. Para los cristianos la Navidad es una fecha muy especial, ya que se reafirma la religión, la espiritualidad y se aprovecha para realizar muchas actividades con la familia, amigos y compañeros de trabajo. La mayoría se pone sentimental y abre su corazón hacia los demás. Es época de compartir, disfrutar momentos alegres y comer rico.
Este año seguimos las tradiciones de ambas familias. Con la mía, nos reunimos el domingo 4 para hacer el nacimiento. Heredamos de mis tías unas imágenes hermosas, al igual que la técnica para armarlo y la devoción. Este año participaron adultos y jóvenes. Primero decidimos el tamaño, diseñamos un concepto de qué áreas a construir y luego cubrimos las cajas con papel especial, musgo y barba vieja. Seguido van las luces para iluminar el nacimiento. Como también tenemos pastores de menor tamaño, aplicamos un concepto de perspectiva.
Por alguna razón, hay preferencia por hacer la catarata, por lo que hicimos una grande con un lago y dos ríos. Contempla áreas de pescadores, comerciantes, agricultores y los pastores son los más abundantes, separadas por distintos colores de aserrín. En la parte de arriba va el rancho que simula el establo con San José y la Virgen María, rodeados por el buey y la mula, y los Reyes Magos que van camino a visitar al Niño Dios. La colocada del ángel que va colgado cerca del pesebre fue todo un desafío. Por último, ponemos las palmeras, los arbolitos, los gallitos y cubrimos el rededor con manzanilla.
Luego de tres horas, misión cumplida. Aprovechamos para agradecer a Dios por todas las bendiciones del año y alrededor de un delicioso tamal y ponche hablamos de los desafíos del año 2022, pero también de las bondades recibidas; muy agradecidos por la salud y estar todos juntos.
La actividad con la familia de mi esposo tiene otra dinámica. Nos unimos para hacer pasteles de Navidad. Mi suegra prepara la masa, compra los ingredientes y trae los moldes. Nos toca colocar el papel encerado para luego iniciar con el caramelo de miel con mantequilla, las guindas, las nueces y por último la masa “con piquete”. Luego, directo al horno. Aproximadamente, una hora más tarde se sacan del horno. Posteriormente, se les da vuelta y se ponen sobre unos cartoncitos y al estar fríos se envuelven en papel termo encogible y quedan listos para disfrutar para el 24 de diciembre.
También uno de los miembros de la familia pone la pierna que le regalan en la oficina, su novia la cocina y todos traen algo que comer para que, luego de la producción de pasteles, comamos y disfrutemos estar juntos, celebrar la vida, recordar a los ausentes que nos dejaron este año y dar gracias.
Mi esposo leyó un fragmento de un libro comenzando con esta frase… “El símbolo de la Navidad es una estrella: una luz en la obscuridad”. Dice que la Navidad es un símbolo de cambio. Significa el nacimiento de un ser nuevo, cuya madre es nuestra condición humana y cuyo padre es Dios. María simboliza lo femenino que todos llevamos dentro, impregnado por el espíritu. El niño nacido de esta concepción mística es el Cristo en todos nosotros. “No hay sitio”, dijo el posadero a José. La posada es nuestro intelecto, donde hay poco o ningún lugar… pero eso no importa porque lo que precisa es un pequeño espacio. “Rodeado de animales” en armonía con nuestra naturaleza de condición humana… En unidad, los pastores son los primeros en visualizar la estrella y son quienes atienden los rebaños… Los reyes del mundo acuden a rendirle homenaje… el poder del mundo no es nada ante el poder de la inocencia. Y así el mundo queda redimido, recuperado, sanado e integrado. ¡Amén!
Me disfruto mucho la época navideña. Me encanta buscar el regalo que va con cada uno de mis seres queridos. Espero con mucho amor la Nochebuena y la Navidad para juntarme con los familiares y gozar cada momento, pedir por la paz del mundo, la alegría de nuestros corazones, el gozo de las almas y el amor por nuestros semejantes.
Seguidamente, viene el Año Nuevo, la forma de vivir el cambio el 31 de diciembre es muy diverso. Igual, esa última semana es importante para reflexionar y analizar lo bueno que realizamos y lo que se puede mejorar. Muchos quieren olvidar el año viejo, otros desean que se repita, todo depende de lo que vivimos, sentimos o anhelamos.
La primera semana del nuevo año es un tiempo interesante para planificar y ponerse retos en todos los aspectos de la vida. Como señala MV, una empresa de coaching, al preguntar a miles de sus alumnos en varios países del mundo los temas más importantes en sus vidas, estos son: 1) Relaciones saludables, 2) Salud, estar sano y cuidarse para poder disfrutar de la vida, 3) Autoconocimiento y 4) Vivir con sentido, alineados con valores y propósito en la vida para lograr los sueños.
Las fiestas finalizan con el Día de Reyes, el 6 de enero. Distintas razas y diferentes continentes se unen para seguir la hermosa y gran estrella. Suelo celebrar este día como inicio de un nuevo año, esperando sea lleno de lindas experiencias y repito la siguiente oración: Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo y la sabiduría para reconocer la diferencia.
A usted y a todos los suyos, muy feliz Navidad, un año 2023 lleno de prosperidad, alegría y energía, y un Día de Reyes con mucha luz y orientación para iniciar con paso firme. Será un año muy importante para Guatemala, ya que se celebrarán las elecciones. Iluminación, humildad y honestidad para los dirigentes. ¡Felices fiestas!