Opinión

"Chile: De los Chicago Boys a los Pingüinos"

"¿Qué opina de lo que ha sucedido en Chile? ¿Se necesita una reforma constitucional en Guatemala? ¿Se parece este plebiscito a la consulta de las reformas de la Constitución a raíz de los Acuerdos de Paz en año 1999?"

En la década de los 90 tuve la oportunidad de participar en el diseño de un plan para el desarrollo económico y social para el Triángulo Norte a raíz de la democratización de los tres países. El proyecto fue conducido por el doctor Arnold Harberger, quien había sido profesor y tutor de los famosos Chicago Boys de Chile. En Guatemala se presentó como Lineamientos de Política Económica y Social.

Fue fascinante conocerlos, aprender de ellos y comprender cómo habían logrado el llamado “milagro chileno”. Nos contaban que su primer esfuerzo fue el proyecto “El Ladrillo”, documento donde plasmaron sus ideas y propuestas de cómo transformar su país en los años 70. Tuvieron la oportunidad que el gobierno de turno, encabezado por el general Augusto Pinochet, tomara esta propuesta para iniciar un verdadero cambio económico, social y político en el país.

Chile se convirtió en el ejemplo para Latinoamérica, su programa económico combinado con una política social descentralizada y focalizada en los más necesitados logró encaminar al país en la senda del desarrollo. Ha sido una de las economías de más rápido crecimiento. Como lo señala Andrés Fontaine, entre 1976 y 1981 el producto interno bruto creció a una tasa anual de 6.6% y las exportaciones 10.7% anual en términos de volumen. La inflación, que en 1975 alcanzaba a un 370% anual, disminuyó gradualmente hasta llegar a 33% en 1979 y a 9% en 1981 como consecuencia de la persistente disciplina fiscal y monetaria. Se hicieron reformas también en el mercado laboral y previsional. El Banco Mundial comenta que esto le ha permitido a Chile una importante reducción de la pobreza; por ejemplo, entre 2000 y 2015, la proporción de la población considerada pobre (US$4 por día) se redujo de 26% a 7.9%.

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Un libro inspirador fue el de la vida de Miguel Kast, “Pasión de vivir” de Joaquín Lavín, que narra la vida de este economista que involucró a muchos jóvenes en el cambio del país. Desde la Secretaría de Planificación reclutaba a los mejores estudiantes y muchos fueron a estudiar sus maestrías y doctorados al extranjero con un fin: cambiar la vida de los chilenos por medio de reformas de las políticas públicas.

Visité Chile en 1988 previo al referéndum realizado en ese país para conocer si el pueblo deseaba que el general Pinochet continuara en el poder. El ambiente era muy sano, ambos bandos hacían proselitismo y la juventud estaba emocionada por un cambio. El “Sí” obtuvo el 44 % y el “No” el 56%. Quedó claro que el país estaba dividido, pero se respetó el resultado, por lo que Chile inició todo un proceso democrático iniciando con la elección del presidente y de los parlamentarios.

Los siguientes cinco presidentes continuaron prácticamente el modelo económico chileno. Todos introdujeron cambios, se hicieron varias reformas constitucionales y se fortalecieron las instituciones. En el año 2006 inició la llamada “Revolución de los Pingüinos” dirigida por estudiantes universitarios y de diversificado que aclamaban por una educación gratuita. Los estudiantes tomaron establecimientos y se aglomeraron en asociaciones. Aclamaban por una reforma educativa que llevó a varias discusiones entre líderes estudiantiles, ministros y hasta presidentes. Rápidamente, se cambiaron varios aspectos del modelo educativo chileno. Algunos le llamaron el inicio de “la primavera de Chile”.

En el año 2008 fui invitada por un centro de investigaciones chileno a dar una conferencia respecto a la reforma educativa que habíamos realizado en Guatemala 2004-2008. Las autoridades chilenas estaban consternadas luego de un incidente donde durante una reunión de estudiantes y profesores con la ministra de Educación, una jovencita, estudiante de 14 años le arrojó agua a la ministra. Decidí participar en una de las múltiples marchas que estos jóvenes, “los pingüinos”, hacían en Santiago. Conversé con varios de los que protestaban, muchos no tenían claridad de lo que buscaban, pero como me dijo uno de ellos “es bueno no tener que ir a clases.”

Con el tiempo, los estudiantes pasaron a ser líderes de opinión, participaban en programas de televisión y sus demandas ganaron cada vez más adeptos. Entre ellos resaltan Camila Vallejo, Karol Cariola, Giorgio Jackson, y Gabriel Boric, quienes en el año 2013 fueron electos como congresistas, Vallejo y Cariola, representando al Partido Comunista, Jackson logra un escaño para el movimiento político Revolución Democrática y Boric, independiente.

Para 2021, el movimiento estudiantil logró introducirse en el Organismo Ejecutivo cuando Boric ganó las elecciones y, con apenas 36 años, se convirtió en el presidente más joven de Chile en marzo de 2022. Sus promesas de un Chile distinto van acompañadas de una narrativa muy progresista y emotiva. Apegados al estallido social del año 2019 y ante la decisión de los chilenos de reformar la Constitución luego del plebiscito nacional realizado en octubre de 2020 y que fuera una convención constitucional de 154 miembros que la redactara, el presidente le apostó al “apruebo”. Apenas hace una semana, los chilenos contundentemente dijeron “No” al nuevo texto (62% rechazo y 38% apruebo), resultado que sacudió al presidente y a su gabinete, con el cambio inmediato de seis ministros. Por el momento, se comenta que se continuará con una reforma constitucional, pero aún no se tiene claridad del proceso.

Es importante que estos jóvenes, exlíderes estudiantiles, maduren y realicen una profunda autocrítica, escuchen a distintos sectores de la población, comprendan los fundamentos del modelo chileno y entiendan los valores de la mayoría de los ciudadanos. Es evidente que Chile sigue siendo un referente en la región y lo que más se fortaleció con todo este proceso fue su democracia. Sería excelente realizar un encuentro entre los Chicago Boys y los Pingüinos y que juntos diseñaran las mejoras para el futuro. ¿Qué opina de lo que ha sucedido en Chile? ¿Se necesita una reforma constitucional en Guatemala? ¿Se parece este plebiscito a la consulta de las reformas de la Constitución a raíz de los Acuerdos de Paz en año 1999?

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