Opinión

"Los dilemas y problemas que enfrenta el gobierno"

“El gobierno enfrenta el dilema de recuperar liderazgo en la atención de la pandemia porque los escenarios epidemiológicos son bastante preocupantes... Necesitamos acciones claras, contundentes, con objetivos que busquen atender las demandas que se generan por la pandemia y no las acciones sin sentido que se utilizan para animar el festín de la corrupción”.

Los escenarios que se dibujan en el futuro próximo no son muy alentadores y demandarán decisiones del gobierno, que no la tendrá nada fácil, porque enfrenta una creciente crisis de confianza y gobernabilidad. Especialmente, porque para muchos actores estas condiciones justifican plenamente la renuncia del presidente ante la evidente incapacidad para conducir el Ejecutivo.

Un contexto bastante complejo porque el gobierno tiene muchos frentes abiertos que no ha gestionado políticamente de manera inteligente. Al contrario, sus decisiones han sido bastante erráticas, con poco sentido y, en algunos casos, autoritarias. Es claro que los espacios de comunicación y relación con actores sociales y políticos están cerrados y, desde mi perspectiva, no se podrán reactivar.

El panorama está dibujado principalmente por unas proyecciones y tendencias preocupantes. Un sistema hospitalario colapsado y en crisis, un acelerado crecimiento de los números de personas que se contagiarán del Covid-19 y, a su vez, las que requerirán hospitalización, por la gravedad de la enfermedad, y no digamos el lamentable número de irreparables y evitables muertes que se prevén.

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Los instrumentos políticos e institucionales con los que el gobierno podrá enfrentar este panorama apuntan a configurar escenarios poco alentadores. Por un lado, los problemas estructurales y coyunturales de una institucionalidad pública de salud que tiene problemas de eficiencia, cobertura, calidad y corrupción; por otro, un inefectivo plan de vacunación que hasta el momento ha funcionado con donaciones y no por las vacunas que se han comprado; no digamos de los constantes casos de corrupción que se están ventilando y el evidente actuar para cooptar las instituciones del Estado para promover la impunidad y la corrupción.

A esto se suma que el gobierno está inmerso en un clima en el que su credibilidad y confianza están por los suelos. El desgaste, las críticas y en general la insatisfacción con el desempeño del Ejecutivo es un capital político que influye y en gran medida condiciona la efectividad de las medidas y acciones que puede tomar.

Una de las cosas más complejas que tendrá que hacer este gobierno es retomar, si es que lo logra, cierta conducción de la pandemia. Desde hace varios meses, la irresponsable posición del gobierno fue desligarse de asumir un rol protagónico en el manejo de la pandemia y descansó en la responsabilidad de actores locales y especialmente en las medidas que indiscutiblemente deben adoptar las personas para evitar el contagio.

Los mensajes contradictorios del gobierno vienen desde las polémicas conferencias de prensa en las que el presidente invitaba a salir en Semana Santa, con pleno conocimiento de los riesgos que eso implicaba, hasta la disolución de la Coprecovid como instancia técnica-asesora, entre otras acciones que evidenciaban un contrasentido en el actuar del Ejecutivo.

Además de los elementos descritos, se suma que el gobierno no ha podido alcanzar acuerdos que hagan avanzar su agenda en el Legislativo. Este hecho responde principalmente a la incapaz gestión política del oficialismo en el hemiciclo que se vio reflejada en el rotundo “no” que los diputados le dieron al último estado de Calamidad. No pudo ni siquiera articular con los bloques y legisladores que lo han apoyado en otro momento. Evidenciando la incapacidad de sus operadores políticos en el pleno.

El gobierno enfrenta el dilema de recuperar liderazgo en la atención de la pandemia porque los escenarios epidemiológicos son bastante preocupantes. ¿Cuáles caminos tomará? ¿Cuáles decisiones adoptará? ¿Cómo las gestionará política, institucional y comunicacionalmente? Necesitamos acciones claras, contundentes con objetivos que busquen atender las demandas que se generan por la pandemia y no las acciones sin sentido que se utilizan para animar el festín de la corrupción. ¿Qué opina usted?

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