La emoción y admiración que nos unió a los guatemaltecos con el desempeño de Kevin Cordón (bádminton) y Luis Carlos Martínez (100 metros natación mariposa) en las Olimpiadas de Tokio 2020 fue espectacular. Posiblemente, desde que Erick Barrondo logró en los Juegos Olímpicos en Londres la medalla de plata por 20 km en marcha masculina en el año 2012, la mayoría habíamos perdido contacto con el arduo trabajo de nuestros grandes atletas, quienes son capaces de competir con los más grandes del mundo.
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El Zurdo de Oro -como le dicen varios comentaristas- compitió por la medalla de bronce. Una historia de perseverancia de cómo ha llegado hasta las finales de una olimpiada. Nació el 28 de noviembre de 1986, en La Unión, Zacapa. Como todo niño, jugaba futbol y fue hasta los 15 años que inició a interesarse en el bádminton. Ha ganado varias medallas en juegos centroamericanos y panamericanos. En 2011 logró convertirse en uno de los ocho mejores jugadores del mundo tras llegar a los cuartos de final del Mundial de Bádminton, celebrado en Inglaterra. Es el guatemalteco que más medallas de oro ha ganado en la historia de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. A pesar de haber conseguido un cupo en las Olimpiadas en Río 2016, se lesionó en el primer juego y no pudo seguir compitiendo; sin embargo, se recuperó y volvió a jugar con grandes aspiraciones.
Luis Carlos Martínez nació el 11 de diciembre de 1995. Su biografía señala información curiosa sobre él, quien con solamente 3 años se inició en la natación. Un amigo me contaba que desde pequeño su padre lo llevaba todos los días a nadar. Inspirado por el múltiple campeón olímpico Michael Phelps, en 2013 obtuvo una beca para estudiar ingeniería mecánica en la Universidad de Auburn, en Alabama (donde participó en el equipo de natación de Los Tigres de esa universidad). Luego clasificó en las Olimpiadas de Río 2016. Durante su participación en los Juegos de Managua 2017, Martínez se consagró como el rey de la natación de Centroamérica. Luis Carlos Martínez fue el séptimo en la final de 100 metros mariposa de los Juegos Olímpicos el pasado viernes, con un extraordinario tiempo de 51:09 segundos. Muy emocionante.
Por otro lado, no podemos dejar pasar lo sucedido el jueves pasado. Le llamaron paro nacional, sin embargo, fue una combinación de bloqueos, manifestaciones y protestas. Varios departamentos se sumaron y había distintas consignas. La destitución del fiscal contra la Impunidad hizo que un grupo de la población se enojara mucho, por lo que pedían la renuncia de la Fiscal general. También solicitaban la renuncia del presidente de la República. Otros promocionaban convertir a Guatemala en un Estado Plurinacional, la mayoría desahogaban sus frustraciones y ciertos políticos de oposición buscaron la oportunidad para figurar.
La pandemia influyó medularmente. Más de un año con restricciones, los niños y jóvenes sin poder asistir a la escuela y los casos de Covid-19 en aumento. Obvio que la fallida estrategia de compra de vacunas a los rusos causó mucho malestar y además se prestó para señalar que detrás de esa actividad había corrupción por la falta de transparencia. Sin embargo, con las donaciones recibidas de más de 4.8 millones, la semana pasada se agilizó el proceso de vacunación y se inició la inscripción de las personas de 35 años y más. Ahora el gobierno tendrá recursos para comprar más dosis de vacunas debido a que se logró negociar con Rusia reducir en un 50 por ciento la cantidad de dosis de Sputnik V compradas inicialmente, y Rusia se comprometió a completar las ocho millones de dosis antes del 31 de diciembre de este año. Importante contar con una buena logística para aplicar la vacuna, especialmente en el área rural.
Mientras tanto, el Congreso no sesionó durante la semana pasada. El miércoles se tuvo que levantar la sesión por falta de quorum y el jueves se suspendió la sesión por las protestas. La agenda pendiente en materia de desarrollo, seguridad y justicia, y reactivación económica es desafiante; sin embargo, luego de estar 15 días “en cuarentena” no se percibe una actividad en este órgano del Estado. Especial preocupación que no se elija a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de Salas de Apelaciones. Debemos exigir su nombramiento.
Los guatemaltecos estamos hartos de la corrupción y de un sistema disfuncional de gobierno. El primer tema ha sido el centro de muchas decisiones en Guatemala. Más se optó por la persecución penal, lo cual señala que no fue suficiente. Es urgente prevenir la corrupción y esto solo se puede lograr con una reforma de la gestión pública que además logrará la gobernabilidad. Cambiar procesos, modernizar sistemas, ser transparentes y buscar la eficiencia.
Al igual que nos unió la valentía, coraje y desempeño de los atletas, debemos unirnos y “co-crear” un futuro para Guatemala, donde se priorice la población y el bien común. Más que nunca debemos poner sobre la mesa propuestas y soluciones a los problemas de país, luego de aprender que los grandes desafíos no se acaban con el cambio de personas o gobiernos, sino con el fortalecimiento de las instituciones, reformas profundas y equipos capaces que las implementen. ¿Qué opina de los atletas olímpicos? ¿Participó en las actividades de protesta el jueves pasado? ¿Cómo lograr inspiración para el cambio?