Quienes conocen la música de Lucero y Mijares se identificarán un poco más con este escrito y tendrán memoria de algunos recuerdos de amor, definitivamente. Desde hace unos días, vengo oyendo las canciones del streaming que esta pareja maravillosa acaba de lanzar al público y que, luego de muchos años, los veo cantar junto con sus dos hijos esa memorable canción titulada “El privilegio de amar”. Canción que muchas parejas han usado en su baile de bodas y que, a mí, en lo personal, me hace vibrar el corazón cada vez que la oigo, con muy buenos recuerdos.
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Esta pareja, además de haber estado casada durante 14 años y que de ese amor nacieron dos hijos músicos, José Manuel y Lucero, luego de su separación y divorcio que anunciaron en marzo de 2011, la vida les dio la oportunidad de rehacer su vida a cada quien como lo eligió. No sé las intimidades de su separación, pero sí sé que siempre mantuvieron la comunicación en la misma frecuencia por el bien, para poder compartir y convivir en armonía en pro de sus hijos. No es el tema de hoy hablar de los motivos de su separación, pues lo que me interesa y me he propuesto es transmitir mensajes de comunicación, de madurez emocional, de tranquilidad y, sobre todo, lo importante que es tener en cuenta que se puede mantener la amistad; tal como ellos y muchas parejas que se separan, nos lo demuestran donde sí se puede ser siempre amigos de una forma madura y ahora Lucero y Mijares, con su mágica presentación y toda la información como pareja sentimental y profesional que fueron y siguen siendo, están compartiendo al público.
Estoy feliz cantando y cantando tantas canciones de ellos en este gran streaming de casi dos horas que me estoy deleitando por YouTube. La mirada de felicidad, respeto y admiración entre padres e hijos juntos, la armonía que se siente entre ellos. Me recuerda mucho la frase que hice hace unos años y dice: “Más vale que digan de lo que me perdí, que de lo que me salvé”. ¿A qué me refiero con este sentir? Cuando hay una separación de una pareja, amigos, familia o compañeros de trabajo, siempre, pero siempre, es importante hacer todo tipo de separación en armonía o tener una transición de trabajo de manera profesional y actuar con la suficiente madurez emocional para no perjudicar a nadie. Lo mismo, siempre seguir siendo responsable en la vida, seguir creciendo como persona y no llenar esa carencia con alguna adicción o en malos caminos y compañías.
En el caminar de mi vida, por mi propia sanidad, me ha tocado elegir dejar ir a personas que amo. Es cierto, duele a corto plazo, pero conforme he ido sintiendo la tranquilidad que me envuelve, sé que tomé la mejor decisión. El separarse de alguien no es pelearse con esa persona, simplemente, como dicen en el buen chapín, “machete, estate en tu vaina”. Agradecer y perdonar por todo lo vivido y compartido y luego, con amor en el corazón, decir: “Hoy te libero; te libero y te dejo en manos de Dios”. Recordaré con amor que todo lo bueno estuvo de mi lado y el resto será historia, con vivencias que me han hecho crecer más de manera personal y espiritual. ¿Por qué insistir en seguir con alguien cuando ya esa persona se enamoró de alguien más o habló claro de terminar esa relación por corta o larga que haya sido? Al fin y al cabo, cuando uno ama a alguien, aunque no siga con uno, lo que se le desea es lo mejor y que sea feliz. ¿Piensa usted igual que yo?
La confianza que creció mientras se era pareja, el amor por los hijos, la convivencia que es importante en los cumpleaños, en los eventos especiales de familia, no digamos a la hora en que nace un nieto, cuando hay una separación… ¿por qué perder todo lo que en los buenos años se tuvo? Esta pareja maravillosa nos está demostrando lo importante que es mantener la sonrisa y la convivencia. Los problemas que tienen los adultos como pareja, que tal vez se desvaneció con el tiempo y los sueños se esfumaron, es problema de los adultos, no de los hijos, y no tiene nada que ver con su amor por ellos.
Es importante respetar y no romper el lazo de amor y convivencia entre padres e hijos y mantener la responsabilidad de seguir como familia, aunque las circunstancias sean diferentes o exista una tercera persona que puede llegar a ser una nueva pareja para cualquiera de las partes. Así es el amor; me vienen a la mente muchas parejas disparejas que conozco y no digamos aquellas donde hay hombres o mujeres tan astutos que moldean tan bien a sus nuevas parejas que manipulan todo a su conveniencia. ¿Para qué tener al lado de uno a alguien que está muerto en vida solo por seguir en esa relación porque es más cómodo? ¿Esto demuestra amor por uno mismo? ¿Vivo entonces siendo yo misma? Y como dice Robin Sharma: “Nunca serás un mejor tú que tú mismo”.
Definitivamente, el oír este concierto y todo lo que, como pareja, que un día fueron, están compartiendo es maravilloso. Un gran ejemplo de amor incondicional. Diría que este mensaje puede ser una gran lección para muchos y que ojalá les haga clic para abrir el corazón a la verdad y al amor, y sepan que se puede seguir siendo siempre amigos a pesar de cualquier evento que haya provocado la separación y, al fin y al cabo, lo que es más importante es el amor y la felicidad que acompañan al agradecimiento y al perdón.