Opinión

¿Qué liderazgo político necesitamos para impulsar la reactivación económica?

“Por ello, las circunstancias demandan de un liderazgo político que se preocupe por presentar, en el marco de las condiciones que estamos enfrentando, propuestas serias, consensuadas, con sentido estratégico y visión de Estado que nos permitan atender los problemas que estamos enfrentando como país”.

Una de las principales áreas que ha lastimado la pandemia, además de salud, es la que está relacionada con el bolsillo. Es decir, el impacto que ha tenido en la dinámica económica y se ve reflejada en el comportamiento del empleo y desempleo, el crecimiento económico, los índices de pobreza y exclusión, entre otros.

En el caso de los últimos aspectos que estaba mencionando, la pobreza y exclusión, varios informes muestran que los índices crecieron significativamente en la región latinoamericana y especialmente en Guatemala. Sin lugar a duda, desde la perspectiva humana, de derechos humanos y gobernabilidad democrática, son aspectos que no podemos dejar por un lado.

Por ello, la discusión sobre las medidas que se deben adoptar, desde lo público hasta lo privado, de manera muy articulada y con objetivos definidos, es necesaria y debe llevarnos a actuar. Esto requerirá colocar sobre la mesa elementos que permitan reflexionar sobre el modelo económico que deseamos impulsar.

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Indudablemente, uno de los puntos más álgidos que están en el centro de este tipo de reflexiones es el papel del Estado y qué tipo de políticas debe impulsar. En términos generales, encontramos aquellas posturas que buscarán reducir la participación del Estado, apelando a dejar que las fuerzas del mercado generen lo que tienen que generar; y, por otro lado, la posición que apelará a lo contrario, en donde el Estado tendrá un papel y deberá actuar.

En este contexto, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ha presentado recientemente una serie de recomendaciones que pueden ser insumos clave para la discusión de cómo podemos reactivar la economía, atender las demandas inmediatas de la población, revertir el crecimiento de los índices de pobreza y exclusión, incrementar el empleo y generar bienestar.

No podemos postergar la discusión sobre qué tipo de medidas debemos adoptar. La CEPAL ha estado enfatizando que América Latina y el Caribe es la región más afectada por la pandemia y también la más dañada en términos económicos y sociales. La comisión enfatiza que esta situación obedece a los factores estructurales de larga data que han prefigurado el disfuncional estilo de desarrollo, como lo califica.
En términos muy concretos, se explica que la pandemia irrumpió en la región en medio de tres crisis estructurales. La primera de ellas está relacionada con los altos niveles de desigualdad; por otro lado, una crisis económica que se ha reflejado en el bajo crecimiento y el rezago tecnológico de la región frente a los países desarrollados; y una aguda crisis ambiental que se ve reflejada en la pérdida de biodiversidad, los problemas del agua y los que se han generado, producto del cambio climático.

Enfatiza que para impulsar la reactivación económica se deberá cursar, a la par, significativas reformas estructurales productivas, fiscales e institucionales, para avanzar en la generación de condiciones que posibiliten la creación de un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible.

Lo que necesitamos es un proceso en el que el liderazgo político-institucional de la mano de actores sociales y económicos impulse acuerdos y tome acciones desde los espacios públicos. Un claro ejemplo lo encontramos con Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, que llegó en estos días al Congreso de ese país a presentar, entre otros aspectos, un conjunto de medidas que buscan solucionar varios problemas que esa nación está enfrentando.

Por ello, las circunstancias demandan de un liderazgo político que se preocupe por presentar, en el marco de las condiciones que estamos enfrentando, propuestas serias, consensuadas, con sentido estratégico y visión de Estado que nos permitan atender los problemas que estamos enfrentando como país. No autoridades que hasta el momento han sido incapaces de presentar un plan de vacunación real o que justifican reformas que promoverán corrupción con falsos argumentos de reactivación económica. ¿Qué opina usted? ¿Cuál es el liderazgo político que necesitamos?

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