La semana pasada participé en una reunión virtual con un grupo de técnicos y abogados para conversar respecto al fortalecimiento institucional. Fue muy interesante, ya que, luego de una hora de escucharnos y conversar, concluimos que, si no trabajamos unidos con una visión compartida, el país no tendrá salida y la población carecerá de un mejor futuro.
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Inicialmente, se abordó el tema de las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Recién se presentaron reformas que son dignas de discutir. Sin embargo, cuando se presentaron ante el Congreso de la República, la mayoría de los comentarios en redes sociales se cerraron sobre el transfuguismo, sin dar oportunidad a revisar su contexto.
También se habló de la necesidad de modernizar la gestión pública. El grupo estuvo de acuerdo con la urgencia de mejorar la Ley de Servicio Civil con el fin de contar con una tecnocracia de mérito que dé continuidad a reformas que trasciendan gobiernos. También se abordó el tema de los pactos colectivos de condiciones de trabajadores en el sector público.
Queda claro que aumentos salariales masivos para todos anualmente con bonos y privilegios solo favorecen el clientelismo político y no se obtienen servicios públicos eficientes.
Otro tema de gestión se relaciona con la ejecución del gasto. Se cuenta con una Ley de Compras muy parchada, burocrática y que no garantiza la eficiencia. Muchos empleados públicos no ejecutan debido a que los procesos no están claros y tienen temor a que la Contraloría interprete a su manera. Será necesario evaluar tanto la Ley de Compras como la operación de la Contraloría con el fin de armonizar procesos, reducir burocracia, ser más eficientes y lograr la transparencia.
Muy de la mano va el tema del presupuesto. Luego de que el año pasado algunos grupos hasta pretendían quemar el Congreso de la República cuando se estaba aprobando el presupuesto, hoy contamos con un presupuesto enorme, con los programas del Covid-19 del año pasado. Es obvio que no se tienen los recursos para su financiamiento y el mensaje que se está enviando es negativo. De hecho, en el estudio realizado por la Unidad de Inteligencia de “The Economist” respecto a Latinoamérica, con relación al riesgo fiscal, Guatemala se encuentra entre los primeros cuatro países con un riesgo de 60%, aunque aún se perciba una estabilidad macroeconómica (menos de 40% de 100%).
Siguiente punto abordado fue el Organismo Judicial. Es increíble el esfuerzo y desgaste que la sociedad ha llevado con la elección de la próxima magistratura de la Corte de Constitucionalidad -CC-. Con un año y medio de atraso, no está electa la Corte Suprema de Justicia ni los magistrados de Salas de Apelaciones. Es muy importante analizar cuáles son los cambios torales que se requieren para lograr justicia pronta y cumplida.
Preocupa la percepción de inseguridad que tiene la población. A pesar de que la tasa interanual de homicidios por 100 mil habitantes es una de las más bajas de los últimos 10 años, el aumento de homicidios a mujeres que se ha dado este año tiene impactada a la mayoría de la población.
Lamentablemente, una noticia buena no gira a la misma velocidad que una mala. Se ve con urgencia que termine la interpelación del ministro de Gobernación en el Congreso con el fin de que exista una mayor concentración en combatir la delincuencia. Por un lado fortalecer a la Policía Nacional Civil (PNC) y por el otro lograr el control del Sistema Penitenciario (SP). Un estudio realizado por el CIEN el año pasado señala que el 90% de las extorsiones vienen de las cárceles.
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El tema de la conflictividad y las invasiones preocupa, en especial para generar certeza jurídica en el país. A pesar de que hace unos años la CC absurdamente mandó al Congreso realizar el reglamento del Convenio 169, aún no se cuente con este. Si se desea crear más y mejores empleos en el área rural, es de suma importancia contar con el reglamento, además de normar el tiempo parcial y abordar seriamente los proyectos de reactivación económica. Con lo difícil que es migrar a Estados Unidos, todos los días muchos guatemaltecos arriesgan su vida en busca de un trabajo digno.
Preocupa que la población está fragmentada y amenazada entre dos polos extremos que buscan su causa sin ningún interés de aprender del otro, descalificando a las autoridades e insultando a los que no piensan como ellos. Posturas rígidas que no nos llevarán a una solución que permita una salida de la situación que vivimos. Es importante retomar foros y eventos donde los técnicos y los expertos expongan, donde se estudien las mejores prácticas y aprendamos de todos.
Aquí es donde también es importante el rol que juegan los medios de comunicación, que aporten información objetiva, técnica y pertinente. Tenemos que tender puentes entre nosotros y los distintos grupos, hablar, cocrear y actuar.
Es momento de modernizar el país. No podemos seguir sobreviviendo cada gobierno y modificar leyes sin rumbo. En la era digital y haciendo frente a la pandemia de Covid-19 tenemos la oportunidad de diseñar una nueva institucionalidad que funcione para todos y que no permita la corrupción, la impunidad y el clientelismo político. ¿Cómo lograr una visión compartida? ¿Le gustaría ser parte de una Guatemala distinta? ¿Cómo llegar a consensos?