Los procesos de cada uno de los órganos que designarán magistrados a la Corte de Constitucionalidad (CC) están llegando a su final. A mediados del próximo mes tendremos la nueva integración de la máxima corte del país y perfilados los primeros elementos que configurarán el balance de poder que prevalecerá en la magistratura.
PUBLICIDAD
Sin duda, este es un proceso muy importante para la gobernabilidad y la democracia en el país. La independencia judicial y, especialmente, tener una CC independiente termina siendo un pilar fundamental para el Estado de derecho, ya que este órgano es un mecanismo de control para el aseguramiento de los derechos ciudadanos.
En este sentido, cada uno de los órganos denominadores (Ejecutivo, Organismo Judicial, Congreso de la República, Consejo Superior Universitario y el Colegio de Abogados y Notarios) estableció, derivado de la normativa que los ampara, el proceso de selección y designación de sus magistrados.
Se han presentado varios cuestionamientos desde la perspectiva de la publicidad, transparencia y objetividad a algunos órganos y estos empañan significativamente los procesos y la posterior designación de los magistrados. Es lamentable que este tipo de retrocesos estén en detrimento de lo que se había ganado y afecte la legitimidad de los procesos, los candidatos y la misma CC.
En estas circunstancias llega a tener importancia no solo el resultado, sino también el proceso. La forma y el fondo. No aplica aquella tan mencionada máxima de lo importante es llegar a donde se quiere llegar, no importando el camino a recorrer ni la forma en la que se alcance. Lo que está sobre la mesa y en juego es determinante para la democracia en el país.
En principio porque la legitimidad y credibilidad descansa en el proceso y el resultado. No obstante, no hay que caer en la trampa del “procedimentalismo” y fijarnos, aunque hay que darle la justa dimensión que tienen, únicamente en los detalles de los “requisitos”. La intención es no enfocarnos en si el sello que “certifica” el requisito está en la parte de arriba o abajo del documento presentado. Esto en términos sustantivos termina siendo irrelevante y distrae.
Al contrario, lo que debemos impulsar es una discusión abierta, democrática y transparente sobre la importancia y los desafíos que enfrentará la próxima CC. Es decir, sentarnos a discutir y analizar #LasCortesQueQueremos, #LasCortesQueNecesitamos y #LasCortesQueMerecemos.
PUBLICIDAD
Lo más triste es que estamos perdiendo una valiosa oportunidad como sociedad para tener esa discusión. La decisión que se tomó en algunos órganos vulneró los avances de elecciones anteriores, retrocediendo en prácticas y principios de publicidad, transparencia y objetividad, que terminan siendo uno de los principales impedimentos para que se pueda materializar esa discusión.
Por ello, valoro mucho los esfuerzos que la campaña #LasCortesQueQueremos está impulsando en varias redes sociales. Necesitamos reflexionar sobre la importancia que tiene la CC en el sistema político, los desafíos que enfrentará, así como el perfil del candidato que puede asumir esos desafíos y asegurar una corte independiente, alejada de la influencia de grupos que buscan cooptarla y promover la impunidad en el país. Estos son los elementos sustantivos que deben considerar los órganos que designarán a los magistrados. La invitación es que usted conozca, se sume a la campaña por #LasCortesQueQueremos y aporte a la discusión pública. Es un momento trascendental para la democracia y la independencia judicial. ¿Qué opina usted?