Inicia la cuaresma y para los católicos nuevamente será un tiempo distinto por efectos de la pandemia de Covid-19. Muchas de las actividades que se realizaban no se podrán celebrar nuevamente. Hará falta la visita a los sagrarios, los oficios y naturalmente las procesiones, que son tan especiales en esta época. Sin embargo, podemos contar con buenos momentos para la meditación y la oración, y preguntarnos qué podemos hacer distinto para que nuestro país avance.
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Son tiempos cruciales para Guatemala. Estamos a pocos días de relevar la magistratura de la Corte de Constitucionalidad, proceso que está generando espacios de enfrentamiento entre ciertos grupos de la población. Un tribunal que ilegalmente concentró un colosal poder y ahora lo toral es que recupere el espacio que le asignó la Constitución. Crece el temor de que se concrete el plan de algunos de sus magistrados de prolongarse en el cargo, quienes vulnerarían aún más la primacía constitucional y además no desataría el nudo de la elección de la Corte Suprema de Justicia y las Salas de Apelaciones.
Por otra parte, muchos están desesperados porque ven que en países vecinos ya llegó la vacuna y en Guatemala aún no hay ni fecha exacta para que inicie la vacunación. Además, serán pocas dosis. A pesar de haber iniciado La Gran Cruzada por la Nutrición, aún no se ven luces de cambio para que realmente logremos una transformación en más de mitad de los niños que padecen de desnutrición crónica, cuando el Ministerio de Salud sigue concentrado en la pandemia.
Iniciarán las clases con un modelo híbrido. Hay ansiedad e incertidumbre. Sin embargo, se cuenta con más cien municipios que el semáforo señala que están en amarillo y es posible regresar a la escuela. Se requiere más información para los padres de familia, que los maestros estén preparados con una nueva normalidad y poner a los alumnos al día. Es urgente repensar el sistema educativo. La pandemia evidenció que nuestro modelo es del siglo pasado y no está preparando a los niños y jóvenes para tener éxito en el futuro.
El buen desempeño de la economía es fundamental para contar con recursos y generar verdaderos empleos. Es de suma importancia trabajar unidos en los programas de reactivación económica. Según un estudio presentado recientemente por Asíes, el 90% de los guatemaltecos migra a los Estados Unidos por falta de empleo, donde la inseguridad y la violencia ocupan el 5%. El gobierno tiene la obligación de mejorar el clima de negocios y lograr atraer más inversión para la generación de empleo formal; sin embargo, se necesita que otras áreas también prosperen, como la infraestructura, el capital humano y que las reglas se simplifiquen, sean claras y que se apliquen de forma oportuna.
La diagnosticada alza de la violencia al abandonar el confinamiento producido por la pandemia implica un gran desafío para las autoridades y la ciudadanía en general, pues se corre el peligro de regresar a los índices de los años anteriores en vez de seguir mejorando los indicadores como se logró durante el año 2020. Aumentó el número de homicidios de mujeres, especialmente en la capital, no así de los menores de edad. Orquestadas campañas en las redes han tratado de generar sicosis dentro de la población, sin ofrecer cifras, análisis y soluciones concretas. Paradójicamente, diputados siguen reteniendo al ministro de Gobernación dentro de una interpelación marcadamente política, apartándolo de su mandato. Duele cada fallecimiento, pareciera que la vida no vale. El combate al narcotráfico y a los distintos grupos del crimen organizado requiere una estrategia específica y frontal, con el fin de recuperar la soberanía y proteger a la población.
Anarquía que es aprovechada por grupos de invasores de la propiedad privada ante la pasividad del Estado y el Ministerio Público, lo que provoca una dinámica de “sálvese quien pueda”, regresando al primitivo estado de “la ley del más fuerte”. Situación que si no se aborda pronto puede provocar muchos problemas.
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Paralelamente, se presentó en el Congreso cambios a la Ley Orgánica del Organismo Legislativo y el Tribunal Supremo Electoral mandó una iniciativa para reformar la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Se espera una buena discusión y análisis de ambas con el fin de que no se hagan de nuevo parches ni cambios a la medida para defender intereses personales de políticos y parapolíticos. Se requiere una visión integral, participación de expertos en temas jurídicos y organización pública para lograr un buen diseño institucional.
Por último, debido a la pandemia, se presentó la gran oportunidad de digitalizar el país. La iniciativa salió del Ejecutivo, pero han pasado varios meses y no se ha podio publicar el plan ni una hoja de ruta para avanzar. De hecho, sería de gran valor que a esta iniciativa se sumaran los otros órganos de gobierno, pensar juntas e iniciar una modernización total de nuestro Estado.
Hay muchas cosas pendientes, debemos avanzar. Guatemala tiene un gran potencial; sin embargo, debemos unir esfuerzos, trabajar en equipo y recorrer el camino hacia el desarrollo. Qué mejor oportunidad que el bicentenario de la independencia del país para comprender de dónde venimos y quiénes somos; definir cómo estamos y a dónde queremos llegar. El futuro de una mejor Guatemala solo depende de nosotros. ¿Cómo lograr armonía entre los ciudadanos? ¿Cómo solucionar los nudos políticos? ¿Cuál es su imaginario del país a largo plazo?