Ante el virtual triunfo de Joe Biden y Kamala Harris como el binomio presidencial estadounidense, que luego de ser confirmado, iniciará su gobierno el 20 de enero de 2021, es pertinente conocer sus planes y propuestas para Centroamérica, en especial para el Triángulo Norte y Guatemala.
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En el documento “Prosperidad en colaboración con los pueblos de Centroamérica” se afirma que no solo hay una proximidad entre Estados Unidos y América Central, sino que se comparte una historia y valores “(…) conexiones profundamente arraigadas de familiares y amigos que unen inextricablemente nuestro futuro” (link para consultar documento completo: https://rb.gy/dsisje).
Se afirma el potencial de todos los países de lograr un hemisferio occidental seguro, democrático y próspero desde Canadá hasta Chile, y para lograr esto en los países del Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) y reducir la migración propone abordar de manera integral sus causas fundamentales y los factores que impulsan a las personas a abandonar sus países como lo hizo Joe Biden, siendo vicepresidente de Estados Unidos.
Se desea renovar el liderazgo de su país en la región y presenta una estrategia de cinco ejes: 1) Desarrollar una estrategia regional integral de cuatro años y US$4 mil millones para abordar los factores que impulsan la migración desde Centroamérica; 2) Movilizar la inversión privada en la región; 3) Mejorar la seguridad y el Estado de derecho; 4) Abordar la corrupción endémica; y 5) Priorizar la reducción de la pobreza y el desarrollo económico.
Respecto al primer eje, se pretende asignar estos recursos siempre y cuando los líderes y pueblos de los tres países centroamericanos colaboren con asignar recursos propios y emprendan reformas significativas, concretas y verificables. Además, se solicitan condiciones sólidas para garantizar el buen uso de los fondos de los estadounidenses y poner la lucha contra la corrupción como prioridad. Los recursos serán dirigidos por un lado a complementar alianzas público-privadas locales y por otro a organizaciones de la sociedad civil que están en la primera línea lidiando con las causas fundamentales. También se desea reconocer el papel central de las mujeres como una fuerza poderosa para el desarrollo.
En relación con la movilización de la inversión privada en la región se ve como clave para promover la estabilidad económica y la creación de empleos en la América Central. Se trabajará con bancos multilaterales para desarrollar infraestructura y promover la inversión extranjera. Se pretende reducir barreras a la inversión del sector privado al dar prioridad al Estado de derecho con mayor capacidad judicial, especialmente en aduanas. Se desea maximizar intercambios comerciales, reforzar las microfinanzas y la banca financiera inclusiva con prioridad en los programas que empoderen a las mujeres. También se señala la modernización de las redes eléctricas, puertos y carreteras del Triángulo Norte para que las industrias locales puedan competir a nivel mundial.
Respecto a mejorar la seguridad y el Estado de derecho se hace la acotación de que las familias seguirán huyendo de la región si sus miembros no están seguros. Señala el fortalecimiento de la seguridad y establecimiento de la confianza en el Estado de derecho como piedras angulares de las reformas que requiere la región. Se propone apoyar reformas a nivel nacional para combatir la corrupción en los servicios de seguridad y fortalecer el Poder Judicial. Invertir en la policía y las fuerzas de seguridad para que sean más profesionales y propicien la seguridad ciudadana. También se respaldarán programas de reducción de la violencia y capacitación laboral para evitar que los jóvenes se unan a pandillas criminales. Se brindará asistencia a jueces y fiscales para combatir con mayor eficacia los delitos financieros, así como garantizar el acceso a la justicia y los servicios de apoyo para víctimas de violencia doméstica. Llama la atención que no hace referencia de cómo su gobierno abordará la narcoactividad.
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Aunque en cada eje se señala la corrupción, el eje 4 apunta a lidiar con la endémica. Se menciona que impide que las naciones gobiernen de manera efectiva, en vez de invertir en desarrollo se desvían recursos y además aleja la inversión externa; crea crisis de legitimidad en las democracias frágiles y deja a los países vulnerables al crimen organizado. Las acciones enumeradas son cuatro: a) Revocar visas, b) Contar con mayor presencia de funcionarios del Tesoro y Justicia en el territorio y crear una nueva oficina del Departamento del Tesoro (OFAC) para investigar la corrupción en el Triángulo Norte, c) Priorizar fondos adicionales para capacitar fiscales en políticas y procedimientos anticorrupción y d) Crear una comisión regional con el fin de combatir la corrupción, construir institucionales nacionales más sólidas y ayudar a los fiscales locales a perseguir la corrupción.
Por último, se refiere a la reducción de la pobreza y el desarrollo económico. Se pretende abordar la inseguridad alimentaria, fortalecer las inversiones de los Estados Unidos en la reintegración de los migrantes que regresan, priorizar el desarrollo del capital humano, apoyar reformas fiscales y su aplicación. Se hace mención respecto a los desafíos de gobernanza, la actividad criminal de las pandillas, efectos de la pobreza extrema y el logro de sistemas educativos más sólidos. Finalmente, se señala desarrollar, con la coordinación de países de toda la región, una estrategia integral para abordar los efectos de la crisis climática.
El documento termina con la frase “Hagámoslo juntos”. Por el momento, será de esperar que el binomio Biden y Harris sea proclamado legalmente y conocer más a fondo la estrategia con Centroamérica, en especial con Guatemala. También sería de gran valor que el gobierno y el pueblo guatemalteco retroalimenten este plan, definan juntamente prioridades y se trabaje en alianzas. ¿Qué opina del proceso electoral en Estados Unidos? ¿Por qué es tan importante la política de Estados Unidos hacia Guatemala? ¿Qué temas son prioritarios para nuestro país?