Los guatemaltecos deseamos justicia pronta y cumplida; sin embargo, poco sabemos de su desempeño, especialmente en la rama penal. Esto se debe principalmente a la falta de una métrica al respecto. Muchas personas se basan en su experiencia personal, se dejan influenciar por las noticias negativas o creen casi todo lo que gira en las redes sociales, sin embargo no siempre es la realidad.
PUBLICIDAD
Hace seis años se creó la Coalición por la Seguridad Ciudadana como parte del programa Mejoremos Guate de Fundesa. Su misión es impactar de forma positiva al sistema de seguridad y justicia del país por medio de fortalecer las instituciones del sector, coadyuvar a disminuir los delitos, lograr una mejor coordinación interinstitucional y realizar propuestas de iniciativas innovadoras. El contar con datos sistematizados permite hacer mejores propuestas de política pública. El CIEN es el brazo técnico de la coalición.
Con el objetivo de medir si hay progreso en Guatemala respecto a la justicia criminal, se diseñó una herramienta denominada Flujograma de la Justicia Criminal. Esta mide la eficiencia del sistema de seguridad y justicia y de las instituciones que lo integran: la Policía Nacional Civil (PNC), el Ministerio Público (MP), el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), el Instituto de la Defensa Pública Penal (IDPP), el Organismo Judicial (OJ) y el Sistema Penitenciario (SP).
El objetivo es que, por medio de los resultados obtenidos cada año, se exploren oportunidades de coordinación interinstitucional entre las entidades del sistema y que cada institución identifique los cuellos de botella, realicen un plan para mejorar y tomen acciones concretas para su logro.
Primero se cuantifica la eficiencia global, que es el desempeño del sistema en su conjunto. Se calcula tomando los casos que se han resuelto de forma definitiva en un año determinado con los casos que ingresaron para el mismo año más los que venían de años anteriores pendientes por resolver. Para el año 2019, la eficiencia global fue de 32.3%. Esto significa que, de cada cien casos en el sistema, tan solo se resolvieron 32. Si se compara con el año anterior, puede observarse que, aunque hubo una leve mejora (0.6%), el sistema está estancado con peligro de volverse aún más ineficiente.
El MP y el OJ son las instituciones que inciden directamente en la eficiencia del sistema, ya que son las que dan ingreso y egreso a los casos. A diciembre de 2019, el sistema de justicia criminal tenía alrededor de 1.2 millones de casos pendientes de resolver. Datos históricos muestran que el MP ha mejorado en los últimos años, pasando del 15% en 2014 al 37% en 2019. Sin embargo, el OJ ha experimentado un comportamiento opuesto, pasando de una eficiencia de 22% a 20% durante el mismo periodo. El desempeño del resto de las instituciones, PNC, IDPP e Inacif, contribuye a que tanto el MP como el OJ atiendan los casos con mayor celeridad, garantizando la calidad con la que se realiza el trabajo.
De 2018 a 2019, la eficiencia de la PNC (con la que se realizan las investigaciones especializadas para el MP) registró una mejora, pasando de 13% a 15%. El Inacif (institución que elabora distintos análisis de balística, genética y pruebas psicológicas, entre otras solicitudes que realizan los fiscales del MP o los jueces del OJ) redujo su eficiencia en las solicitudes que atendió, pasando del 95% al 92%. Con una tendencia similar, el IDPP (la instancia que provee servicios de defensa para los acusados que no pueden costear la contratación de un abogado privado) experimentó una reducción en la eficiencia de las defensas realizadas pasando de 66% a 55%, esto debido al incremento interanual de casi una quinta parte de los casos pendientes de resolución judicial.
PUBLICIDAD
El SP ha mostrado un incremento en el hacinamiento de forma sostenida debido a que la cantidad de espacios carcelarios no ha cambiado en los últimos 10 años y el número de privados de libertad se ha triplicado. En el año 2019 llegó a 374% la tasa de ocupación.
El Flujograma presenta la situación de una forma más certera, requisito indispensable para la elaboración de una adecuada estrategia nacional de seguridad y justicia. Es urgente que las decisiones de estas instituciones se basen en números y contemplen planes que persigan metas estratégicas para una mejora continua tanto para sus organizaciones como para el sistema en sí. El Flujograma puede potencializarse y convertirse en una plataforma que enlace con mayor nivel de detalle los sistemas estadísticos de las instituciones, en los que los ciudadanos tengan la posibilidad de monitorear en tiempo real el desempeño del sistema de justicia criminal, y que también proporcione a las máximas autoridades información oportuna para dar seguimiento al cumplimiento de las metas de mejora.
Existe la voluntad política en la mayoría de los dirigentes de las instituciones de dinamizar y digitalizar esta herramienta, y por medio de la Instancia Coordinadora de la Modernización del Sector Justicia lograr la recopilación de los datos periódicamente para no tener que esperar un año para obtenerlos. Será de trabajar en equipo y con el apoyo de organizaciones locales e internacionales diseñar la plataforma que proporcione información transparente, sea útil para todos, sencilla de manejar y determinante para la toma de decisiones. ¿Está de acuerdo con medir el desempeño de las instancias públicas relacionadas con la justicia criminal? ¿Cómo mejorar el desempeño del OJ? ¿Qué hacemos para modernizar el SP en el país?