Opinión

Israel - 72 años de logros y desafíos

“Guatemala e Israel constituyen un ejemplo brillante de cómo dos países logran construir un puente de amistad a pesar de las distancias”.

Por: Mattanya Cohen

Hoy hace 72 años según el calendario hebreo nació el Estado de Israel. Después de casi dos mil años en el exilio, en el que el pueblo judío soñaba con el retorno a su hogar nacional, su patria histórica, hemos establecido nuestro Estado, el único Estado judío en el mundo y la única democracia en el Medio Oriente.

Durante sus primeros años, Israel se enfrentó con el desafío colosal de absorber el flujo de refugiados judíos, muchos de los cuales provenían de los países árabes, y otros eran sobrevivientes del Holocausto. Estos compatriotas regresaban a Israel proviniendo de más de cien países, hablando 82 idiomas diferentes. Crearon un refugio para el pueblo judío luego de siglos de persecuciones y de desplazamientos. Israel ha desarrollado y mantiene un sistema político basado en principios democráticos, un sistema judicial independiente y libertades básicas desde 1948.

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A pesar de la falta de recursos naturales, los próceres de Israel transformaron con éxito un desierto árido en una región agrícola verde y viable sobre la cual la nación construyó su pujante economía. El Estado de Israel, en sus 72 años de existencia, se ha convertido en un gigante de las ciencias, la tecnología, la medicina, la agricultura, la innovación, la cibernética y continúa sumando muchos otros logros. Israel es un país pequeño. Su tamaño es una quinta parte del tamaño de Guatemala con una población que es la mitad de la población de Guatemala. Un país sin agua, sin recursos naturales, con dos terceras partes de territorio desértico. ¿Cómo se explica entonces que este país tan pequeño sea un líder mundial en todo lo que escribí antes?

En primer lugar, la escasez de recursos naturales ha obligado a aprovechar lo más valioso –el capital humano– e invertir todo en la educación y en su formación. En segundo lugar, es importante subrayar la cultura innovadora y la promoción del espíritu emprendedor.

“Guatemala e Israel constituyen un ejemplo brillante de cómo dos países logran construir un puente de amistad a pesar de las distancias”.

A esto hay que agregar una fuerte y nutriente colaboración entre el mundo académico, el científico y el sector empresarial. Hoy en día Israel es el país que más invierte en investigación y desarrollo, con 4.3 por ciento del PIB, y el tercer país con la mayor cantidad de empresas tecnológicas registradas en la bolsa Nasdaq en Nueva York.

Los logros increíbles del Estado de Israel fueron alcanzados a pesar de la situación de guerra con la mayoría de nuestros vecinos árabes. Durante todos los años desde su independencia Israel ha buscado el sendero de la paz con sus vecinos y ha logrado firmar acuerdos de paz con Egipto y con Jordania. Nuestro deseo es llegar a la paz con los demás vecinos. Sin embargo, en los últimos años escuchamos voces que ponen en duda el derecho del Estado de Israel a existir como un Estado judío. Quisiera aclarar un punto fundamental: El pueblo judío está en la tierra de Israel y en su capital eterna Jerusalén por nuestros derechos históricos, legales, morales y nacionales.

En los últimos 72 años Israel y Guatemala disfrutan de unas excelentes relaciones de amistad en los ámbitos político, económico, cultural y de cooperación internacional. Estas relaciones entre el pueblo judío y el pueblo guatemalteco se iniciaron un año antes del establecimiento del Estado de Israel. Recordamos el rol fundamental que jugó el embajador de Guatemala ante la ONU, Jorge García-Granados, antes de la votación histórica del 29 de noviembre del año 1947, cuando se decidió crear un Estado judío en la tierra de Israel. Cabe mencionar que el 14 de mayo de 1948 Guatemala fue el segundo país en el mundo, inmediatamente después de los Estados Unidos, que reconoció oficialmente al recién nacido Estado de Israel. Setenta años después Guatemala fue de nuevo el segundo país en el mundo y de nuevo inmediatamente después de los Estados Unidos que reconoció la ciudad de Jerusalén como capital de Israel y reabrió su embajada en esa ciudad.

Guatemala e Israel constituyen un ejemplo brillante de cómo dos países logran construir un puente de amistad a pesar de las distancias. Hago votos para que este puente de amistad sea siempre un intercambio de cooperación y de fraternidad.

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