El Congreso de la República es una de las instituciones más importantes para la gobernabilidad del país. Su misión de representar, legislar y fiscalizar es crucial para que el sistema funcione. Mañana, 14 de enero, finaliza la VIII Legislatura 2016-2020 e inicia la IX Legislatura 2020-2024.
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Es importante hacer un recuento del desempeño de esta institución con el fin de aprender del pasado y mejorar a futuro. Tiempos políticos tan difíciles, la renovación de más de dos terceras partes de los diputados y las lecciones aprendidas deberían incidir en mejores resultados, pues la población con su voto decidió renovar la mayoría de sus integrantes. Serán 19 bancadas, con relación a 14 actuales. La bancada con mayor número de diputados será la UNE, con 54, seguido de Vamos, con 16, y la UCN tendrá 12 diputados. Las demás bancadas tienen menos de 10 diputados.
“El Congreso de la República es una de las instituciones más importantes para la gobernabilidad del país. Su misión de representar, legislar y fiscalizar es crucial para que el sistema funcione”.
Recientemente, la Alianza para un Congreso Eficiente presentó un informe general respecto al desempeño de la VIII Legislatura. Esta instancia creó una metodología para evaluar el desempeño del Congreso basado en el cumplimiento de su ley interna (Ley Orgánica del Organismo Legislativo -LOOL-).
Al 9 de enero, durante los cuatro años de la VIII Legislatura, se habían realizado 369 sesiones en el Pleno del Congreso. Lamentablemente, no hay sanciones administrativas para los diputados que asisten irregularmente a las sesiones. Solo siete diputados asistieron a más del 95% de las sesiones, en tanto nueve se ausentaron a una de cada tres sesiones o más.
Respecto a la actividad legislativa, se presentaron en total a la Dirección Legislativa 644 iniciativas de ley, de las cuales 210 corresponden al año 2016. También se aprobaron 108 nuevos decretos, aproximadamente la mitad durante el primer año; lamentablemente, la mayoría no cumplió con los requisitos de ley en cuestiones de tiempos y estudios de apoyo técnicos para su aprobación. Las comisiones realizaron 336 dictámenes, una tercera parte en 2017. Del total de dictámenes, 248 fueron favorables y 88 desfavorables. Era de esperar que el año electoral iba a influir en la reducción de la actividad legislativa, año en el que se aprobaron 11 decretos y solo 61 dictámenes por las comisiones. Una tercera parte de las iniciativas quedaron pendientes de dictamen, 70% de los cuales corresponden a seis comisiones de trabajo. Hubo comisiones que solo realizaron uno o dos dictámenes en todo el periodo, entre estas la de Migrantes y la de Asuntos de Seguridad Nacional (un dictamen), la de Asuntos Electorales y la de la Juventud (dos dictámenes), ello a pesar de la importancia que revisten estos temas en el país.
A finales del año 2019 había contratados 2,273 empleados en el Congreso en los diferentes renglones presupuestarios. La cantidad de empleados bajó en el año 2016 después de las reformas a la LOOL. También hubo un proceso de retiro voluntario. Actualmente se registran 1,101 empleados menos que los que había a finales de la legislatura anterior. Sin embargo, se detectaron 285 empleados administrativos que no contempla la ley. Respecto al presupuesto, en los cuatro años el Congreso gastó Q2,990.6 millones. Esto significa que en los cuatro años de la VIII Legislatura, cada diputado tuvo un costo promedio de Q4.7 millones por año.
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También cabe señalar que hubo cambios positivos que se realizaron para mejorar la gestión de la institución, entre estos se puede mencionar la modernización del hemiciclo parlamentario con nuevas computadoras, una nueva pantalla para visualización de la asistencia y votaciones, renovación del equipo de audio (micrófonos y bocinas) y una nueva red de cableado, así como un mejor formato del portal web y procedimientos para obtener la información.
Se puede concluir que la actividad legislativa mejoró respecto a la anterior legislatura, hubo progreso en la comunicación, transparencia y actualización tecnológica. No se pudo visualizar una agenda legislativa explícita que fuera impulsada por los bloques legislativos. Falta contar con cuadros técnicos que ayuden a mejorar la producción legislativa. La Junta Directiva sigue teniendo muchas funciones administrativas que le absorben tiempo que debería dedicar a tareas de gestión sustantiva del Legislativo. Hay aún un número alto de comisiones, algunas tuvieron poco trabajo y se incumple en cuanto a: El número de sesiones que deben realizar, la asistencia de los diputados que las integran y el registro audiovisual de sus sesiones. Es de recordar que uno de los elementos más importantes para el buen funcionamiento del Congreso es que las comisiones de trabajo funcionen efectivamente. Las leyes emitidas por el Congreso aún incumplen algunos requisitos en su proceso de aprobación (tiempo para la emisión de dictamen, estudios técnicos y financieros). Se aprobaron menos leyes por urgencia nacional, con lo que se mejoró el proceso de discusión de las iniciativas propuestas.
¿Cómo lograr un Congreso más eficiente? La Alianza recomienda lograr consensos mínimos para contar con una agenda legislativa para los próximos cuatro años, revisar la LOOL y realizar reformas que apunten a un mejor funcionamiento de la institución y el cumplimiento de la normativa. Al ser 19 bancadas, es importante seguir una agenda en conjunto con el Organismo Ejecutivo y lograr reformas para el desarrollo del país. En el caso de la LOOL, especial énfasis en sanciones administrativas, reducir el número de comisiones y velar por su buen funcionamiento, revisar tiempos y procedimientos para que los decretos aprobados sean de calidad y cuenten con los estudios necesarios para que la nueva normativa deje de ser ambigua, tenga sustento y sea un aporte positivo. Por último, buscar reformas en el Servicio Civil que premien el mérito. ¿Qué opina del desempeño de esta legislatura? ¿Qué sugeriría al nuevo Congreso para mejorar? ¿Quién será el próximo presidente del Organismo Legislativo?