“Es urgente realizar cambios en nuestro sistema educativo si deseamos que todos los niños y jóvenes de Guatemala tengan cobertura educativa y cuenten con las competencias necesarias que demanda el siglo XXI para tener éxito en la vida como personas, profesionales y ciudadanos”, esta fue la gran conclusión de un conversatorio realizado la semana pasada por CIEN con el apoyo de la Fundación Naumann. Participaron 40 personas: La futura ministra de Educación (Claudia Ruiz) y sus cinco viceministros, así como exfuncionarios del ministerio, jefes de programas de educación de organismos internacionales, miembros de centros de investigación, empresarios, educadores, directores de escuelas y padres de familia.
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Inicialmente se abordó el tema de las competencias necesarias en el mundo moderno, con énfasis en los jóvenes. Se señaló que el objetivo de la educación media debería ser que los estudiantes salgan de la escuela con competencias duras (matemática, lenguaje y otras) y competencias blandas (pensamiento creativo, resiliencia, liderazgo, trabajo en equipo y otros). La mayoría de la juventud no tiene las competencias básicas para afrontar la vida y el mundo laboral. En un estudio realizado por FHI sobre una cohorte de jóvenes de 20 años se encontró que solo el 43% de ellos había terminado el ciclo básico de educación. Además, las pruebas estandarizadas realizadas a los graduandos del ciclo diversificado muestran que solo 9 de cada 100 graduados están saliendo con las competencias requeridas en matemáticas y 30 de cada 100 en lectoescritura. Las propuestas para cambiar esta situación son: Contar con un mejor sistema de reclutamiento y selección de maestros, lograr liderazgo en las escuelas por medio de directores capaces y comprometidos, revisar el currículo del ciclo básico de la educación media, incrementar al doble el tiempo efectivo de clase, y contar con materiales de apoyo y con infraestructura adecuada.
“Si nos unimos todos, podremos tener más y mejor educación. ¿Qué opina del sistema educativo de Guatemala? ¿Cuáles cambios le haría?”
También se abordó el tema de la innovación y los trabajos del futuro. Se comentó cómo la tecnología ha avanzado y está empezando a sustituir la mano de obra poco calificada. Las nuevas tecnologías como 5G y el “business intelligence” (pronósticos) pueden servir para expandir la entrega de los servicios y su administración. La idea de la educación del siglo XXI es enseñar las capacidades para el rápido aprendizaje y fomentar la curiosidad. Las empresas en la actualidad se han modificado por medio de eficiencias escalables, han adoptado nuevas tecnologías, pero lamentablemente la formación educativa está distante al nuevo mundo. El mercado laboral en Guatemala es bastante precario en cuanto a la formación y habilidades de los trabajadores en puestos básicos. Es importante una alianza entre el sector educativo y el productivo con el objetivo de desarrollar cambios. También se señaló lo crucial de erradicar la desnutrición crónica en el país, ya que inhabilita a los niños para prepararse para las necesidades del futuro, y reducir la violencia intrafamiliar, pues esta tiene un impacto negativo en la personalidad del individuo. “Las competencias que requieren las empresas actualmente no solo tienen relación con lo que la persona sabe, sino qué hace con lo que sabe y cómo lo hace”.
Como tercer tema se conversó sobre el sistema administrativo del Ministerio de Educación. Se concluyó que es muy centralizado y hay poca flexibilidad para realizar cambios. Sus funcionarios no cuentan con una carrera profesional y se han acomodado a un incremento salarial masivo debido a los pactos colectivos de la última década, que no premian el aprendizaje de los alumnos, sino su antigüedad. Así mismo, no existe un sistema claro de reclutamiento y selección de los maestros, muchos de ellos han sido referidos por otras organizaciones, funcionarios o sindicalistas y se les contrata por clientelismo político sin evaluar si son aptos para las plazas. Es muy importante despolitizar el sistema educativo; este debería de basarse en principios como el mérito, la excelencia y la innovación y contar con una administración que se concentre no en actividades, sino en resultados, especialmente de aprendizaje de los niños y jóvenes. Su gestión debería ser descentralizada y la asignación de recursos por alumno atendido. Por último, es imperante que el Ministerio de Educación rinda cuentas, se trace metas de cobertura y calidad, introduzca la tecnología como herramienta y entre en la lógica de una mejora continua.
La ministra de Educación designada por el próximo gobierno comentó que la principal esperanza de la nueva administración es la educación –la transformación en el aula–. La reforma educativa impulsada por el nuevo gobierno tendrá pertinencia cultural y un enfoque inclusivo. Sus ejes son: La reforma curricular, la carrera docente, el cambio de la gestión educativa, la innovación y tecnología, la inversión en la infraestructura, la ampliación de la cobertura y la educación inicial. La futura ministra señaló que para mejorar la calidad educativa se debe concretar el currículo en el aula. La transformación curricular necesita fortalecer las competencias docentes; de formación docente se debe evolucionar a la carrera docente. Se espera implementar centros de tecnología y ampliar cobertura por medio de organizaciones de la sociedad civil que tienen calidad y excelencia. Debe actualizarse la educación extraescolar y desarrollar competencias para el emprendedurismo.
Los participantes hicieron varios comentarios y dieron sus puntos de vista. Lo que se puede concluir luego de esta experiencia es el sentido de urgencia que tiene una renovación educativa en el país. Habrá que implementar modelos administrativos distintos en programas para primera infancia (de 1 a 5 años), preprimaria y secundaria. Es urgente contar con una carrera tanto administrativa como de los docentes en el ministerio, especialmente para los maestros de primaria y secundaria. Debe pensarse a futuro en el diseño de políticas educativas, tomar en cuenta las tecnologías de información y comunicación (TIC) e involucrar a empresarios para que aporten de forma continua las competencias que demanda el mercado. Si nos unimos todos, podremos tener más y mejor educación. ¿Qué opina del sistema educativo de Guatemala? ¿Cuáles cambios le haría? ¿Cuáles tres prioridades le sugeriría implementar usted al nuevo gobierno?