Si usted fue a votar, tenga la seguridad que su voto está resguardado por los órganos electorales competentes y la voluntad que usted expresó en la urna electoral está a salvo.
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No caiga en las campañas de desinformación muy mal intencionadas. No hay fraude electoral.
No mezcle las peras con las manzanas. Muchas de las acusaciones están relacionadas con vicios y defectos del sistema electoral y de partidos políticos.
Es claro que el clientelismo, la compra de votos, el desagradable desvío de fondos para favorecer campañas políticas, entre otras, afecta la legitimidad y credibilidad de la elección, así como distorsiona las condiciones democráticas en las que se desarrolla todo el proceso electoral.
Este tipo de prácticas que son dañinas para la elección han estado presentes desde hace mucho tiempo y tenemos que encontrar la forma de erradicarlas.
Estoy convencido de que hay una agenda de reforma electoral y acciones en materia de participación política que debemos impulsar para cambiar esas prácticas y transitar a un sistema más inclusivo, democrático y participativo.
Una cosa es hablar de estos vicios y otra completamente diferente es el fraude electoral.
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Por eso le indicaba que no confunda las cosas. Lo que sucedió no fue un acto planificado y sistemático para favorecer a partido o candidato alguno. Hubo errores en el proceso de digitación de los resultados en la plataforma digital que utilizó el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Incluso, no sé si usted sabía, pero la información consignada en la plataforma digital es preliminar. La fuente oficial de los resultados son las actas físicas que tienen las juntas electorales departamentales (JED), las juntas electorales municipales (JEM) y las juntas receptoras de votos (JRV). Es decir, no se alteraron los resultados. No hay fraude electoral.
El sistema electoral guatemalteco, afortunadamente, descansa en el trabajo incansable de todos los ciudadanos que integran las JED, JEM y JRV. Los héroes y heroínas de la democracia han trabajado desde hace meses y el trabajo que realizaron protegió el voto que usted emitió en la elección.
Es lamentable que los errores que se cometieron en el proceso de digitación nos tengan en una infructuosa discusión sobre si hubo o no fraude electoral.
Por ello, no dudo, al contrario, manifiesto y reitero mi confianza en el trabajo realizado por los órganos electorales, los cuales han resguardado el voto de todos los ciudadanos y las actas que contienen los resultados oficiales.
Este problema, desde luego, además de los problemas técnicos, tiene una dimensión comunicacional y discursiva. Ahí es donde podemos ayudar a solucionarlo compartiendo información que ayude a contradecir y aclarar todas las campañas de desprestigio llenas de mentiras.
Esto no implica no reconocer los errores que cometió el TSE en este proceso electoral. Es defender el trabajo de las juntas y el proceso electoral. Es claro que los vicios vinieron a empantanar y ensuciar la elección, pero es algo muy distinto a un fraude electoral.
Visto desde otra perspectiva, también es una muestra democrática que el órgano electoral reconoció lo que sucedió y está desarrollando el proceso de verificación de digitación de las actas físicas que tienen los órganos competentes.
Además, el TSE está tomando las medidas para evitar que esta situación se repita en la segunda vuelta.
¿Qué pasó con mi voto? Está resguardado por los órganos electorales. Mi voto está a salvo y no hay fraude electoral. ¿Qué opina usted?