La fase de campaña electoral está por cumplir un mes. En términos generales, la sensación de incertidumbre prevalece y afecta la percepción de los ciudadanos. Uno lo siente y percibe por todos lados. No podemos negar ni esconder que es así. Por ejemplo, las respuestas más frecuentes a preguntas sobre el proceso electoral siempre son inciertas, las conversaciones terminan con más preguntas y queda esa sensación de que no se sabe qué pasará.
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Este “océano” de incertidumbre está en algunos momentos más agitado que en otros, con tormentas eléctricas, espacios de relativa y tensa tranquilidad, pero se sabe que las corrientes marinas se están moviendo con fuerza.
En términos generales, la incertidumbre es la constante que está presente en todos lados y en cada espacio que se habla del proceso electoral.
Hay varias hipótesis del efecto que la incertidumbre tendrá en el electorado. Una es que desmotivará a los ciudadanos a asistir a las urnas el 16 de junio. Otros indican que este escenario de incertidumbre favorecerá a que los ciudadanos apoyen a las “marcas partidarias” y “candidatos” que son más conocidos. Es el escenario del “menor esfuerzo” por parte de los votantes. Se van por la fácil.
Por otro lado, otros argumentan que, al contrario de la hipótesis anterior, esta incertidumbre favorecerá a que los ciudadanos sean convenidos por algún partido y binomio desconocido que podrá salir sorpresivamente, un poco al estilo de lo sucedido en 2015 con Jimmy Morales.
Principalmente, en un contexto en donde el descontento hacia la clase política “tradicional” que generó ese escenario en la elección pasada aún está presente. Varios partidos están cruzando los dedos y poniendo a muchos santos de cabeza para que se den, desde su perspectiva, esas condiciones.
Este tipo de análisis se hace principalmente para la elección presidencial. La ecuación se vuelve más compleja cuando se introducen las “otras elecciones”. Es decir, cuando se intenta predecir el comportamiento electoral de los votantes para la elección de alcaldes y diputados (lista nacional, distrital y Parlacen).
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La mayoría de los análisis, cuando se ponen esos elementos en la ecuación, coinciden en que, para el caso de la elección de los alcaldes y diputados distritales, jugarán un papel importante las estructuras de caciques territoriales.
Otros, por otro lado, indican que en esta elección los caciques estarán a prueba por nuevas dinámicas que transformaron el comportamiento electoral del votante, y estamos frente a escenarios en donde privarán otros factores en el éxito electoral de los partidos.
En este sentido, se habla del efecto que puede llegar a tener la “banalización” o “faranduralización” de las elecciones, y si los candidatos que están optando por esa estrategia representan a los nuevos caciques, en donde el sistema clientelar y patrimonialista, en el que se sostienen los caciques, está mutando y estamos presenciando el nacimiento de los nuevos caciques “reality show”. O estamos en el velorio de los caciques tradicionales.
La discusión de estos elementos nos lleva a plantear la pregunta si los votantes optarán por votar en cascada, es decir por el mismo partido en la mayoría o en todas las elecciones, o bien van a votar cruzado, y optarán por votar de manera diferente en cada elección.
Este comportamiento tendrá un efecto directo en la configuración del escenario político. Imaginemos un Ejecutivo con mayoría en el Congreso, o viceversa, con minoría. En términos de gobernabilidad, se generarían escenarios diversos.
No quiero poner más salsa a los tacos, pero en la ecuación del comportamiento del votante también hay que considerar la variable del “voto nulo” y cómo esto afectará, de manera diferenciada, el actuar del ciudadano en las diferentes elecciones.
Sin duda, hay muchas variables que pueden afectar el comportamiento electoral. En esta oportunidad, con la intención de invitar a un análisis y reflexión, en plena Cuaresma y en la antesala de la Semana Santa, pongo sobre la mesa estos elementos con la esperanza de que usted alimente el debate y coloque su perspectiva.
¿Cuáles variables serán importantes para determinar el comportamiento electoral? ¿La trayectoria de los candidatos, la imagen del partido, el programa de gobierno, etcétera? ¿Qué opina usted?