Recientemente tuve la oportunidad de trabajar y compartir por una semana con un consultor internacional, quien fue de los responsables de transformar Barcelona, y amante de la ciudad de La Antigua Guatemala. Un grupo de ciudadanos que deseamos que esta pequeña ciudad sea la más hermosa del mundo nos dimos cita y trabajamos varios días para construir a futuro.
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La Antigua es una ciudad espectacular. Fue fundada hace casi 500 años como la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, también con el título oficial e histórico “Muy noble y muy leal ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala”. Declarada Patrimonio Cultural de la humanidad en 1979. Legado Español en América, considerada por los expertos como una de las ciudades más conservadas del siglo XVIII.
“También se encuentra un desafío con las autoridades municipales. En las últimas tres administraciones hubo problemas de corrupción, coordinación y liderazgo”.
A pesar de que el municipio de La Antigua tiene pocos pobladores y la ciudad, un 30% de ellos, posiblemente es el lugar más visitado tanto por los guatemaltecos como por los turistas que vienen al país. A sus alrededores, las aldeas han progresado bastante y vislumbran desarrollar todo el Valle de Panchoy; sin embargo, debemos poner atención a la ciudad.
Claro que la Semana Santa es la época más demandada en La Antigua, ese fervor y amor impactan. La organización y dedicación de las hermandades son dignas de imitar. Independientemente de la religión que uno profese, las procesiones solemnes, las bandas y sus marchas fúnebres emocionan. Las alfombras de muchos colores y diseños creativos son maravillosas, que combina con las flores de una ciudad que tiene un clima fresco, “La ciudad de las perpetuas rosas”.
Además de poder pasear por las calles, apreciar las ruinas, ver algunos monumentos, descansar en sus parques, convivir con muchas culturas, visitar iglesias, disfrutar el paisaje con sus follajes, cerros y volcanes, comer rico y degustar buen café, está ausente una agenda cultural permanente que motive a visitarla más frecuentemente y que además logre que los turistas permanezcan en promedio cuatro días y no dos.
Pudimos escuchar a los distintos ciudadanos de la ciudad y del municipio respecto a sus proyectos y visiones. Hay muchos e interesantes, sin embargo, se requiere de una visión en conjunto que una a todos y que trabajen de la mano. Por ejemplo, se desea limitar el número de carros que ingresan a La Antigua, pero no hay un proyecto concreto para hacer caminos peatonales, o todo el casco urbano y contar con un parqueo y la logística. Algunos hablan del tema ecológico -especialmente los panzas verdes-; sin embargo, no queda claro cómo hacerlo. Hay muchos artistas y personas cultas, pero faltan espacios y coordinación para que en conjunto se logre una agenda cultural permanente, innovadora y única.
También se encuentra un desafío con las autoridades municipales. En las últimas tres administraciones hubo problemas de corrupción, coordinación y liderazgo. Muchos de los concejales van por su agenda personal y no del municipio, mucho menos por la ciudad. Se cuenta con el Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala que, aunque ha sido muy criticado por varios, ha logrado conservar la ciudad. Posiblemente ambas instituciones deben de colaborar y trabajar con la sociedad civil y el sector productivo en un proyecto que una, sume y accione en beneficio de todos.
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¿Qué soñamos? Convertir a La Antigua en la Venecia de América, una ciudad conservada, pero despierta y viva; transformarla en “La ciudad de las culturas”. Preservar su infraestructura, pero que su patrimonio esté al servicio de los ciudadanos. Convertirla en la primera ciudad de Guatemala inteligente, que logra una gestión eficiente en todas sus áreas, manteniendo el equilibrio entre el bienestar de los ciudadanos y la preservación del entorno. Una ciudad que apuesta por mejorar la vida de sus habitantes y, a la vez, por la sostenibilidad. Visionamos que los museos sean interesantes y que tengan exposiciones temporales. Que exista pedagogía en los mismos para atraer a estudiantes. Transformar varias de las ruinas en espacios culturales como teatros, bibliotecas, salones de exposiciones; y montar distintos festivales al año, que se vuelvan en una tradición de creatividad, valor y emoción.
Seguiremos trabajando por este gran sueño. Le invito a que visite la ciudad y sus aldeas. Lo convidamos a que se sume a este proyecto maravilloso. ¿Qué es lo que más le agrada de La Antigua? ¿Conoce una ciudad parecida? ¿Qué recomendaría para mejorarla?