Opinión

Encomio a Venezuela y a Trump

Sin duda alguna, quedará para la historia la lucha por la libertad de América Latina la valiente decisión del presidente Trump y el esfuerzo de todo su equipo de Seguridad Nacional, empezando por el vicepresidente Mike Pence, el secretario de Estado Pompeo, el asesor de Seguridad Nacional John Bolton, y la lucha decidida del anticomunista y senador por Israel Marco Rubio, republicano de la Florida, y todos estos funcionarios republicanos creyentes, todos de derecha anticomunista conservadora, de la vieja guardia de los Halcones del Pentágono y la Casa Blanca, de la escuela de Ronald Reagan, de frenar la dictadura comunista y narcodictadura títere del régimen comunista cubano de Maduro.

Es innegable que uno de los golpes más fuertes que la administración Trump, a través del secretario del Tesoro Mnuchin, de congelar más de 7 mil millones de dólares en activos de PDVSA y de Citgo en Estados Unidos e impedir activamente a través de las listas de regímenes que colaboran con el narcotráfico internacional y que lavan dinero de grupos criminales y terroristas como las FARC, de Colombia, o Hezbollah y Hamas, como lo hace la narcodictadura de Maduro, que ninguna entidad financiera del mundo siga haciendo negocios o transferencias al régimen venezolano y solo opere con el nuevo régimen del presidente interino Juan Guaidó, es sin lugar a dudas una de las decisiones geoestratégicas más importantes de apoyo multinacional y norteamericano a la lucha inclaudicable del pueblo venezolano por liberarse de la ocupación y la tiranía narcochavista de Maduro, Diosdado Cabello y los demás criminales y narcotraficantes que comprenden al decrépito y derrotado internacionalmente régimen socialista cubano usurpador del poder público y las más básicas garantías constitucionales y derechos humanos fundamentales, luego de largos 18 años de tiranía y opresión.

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Fue Trump, y no Obama ni Bush, el que actuó de forma decisiva, así como lo hizo con Corea del Norte e Irán, y enfrentó a los enemigos de la libertad y los derechos humanos, dando ejemplo de decisión y compromiso para cumplir su palabra de combatir con hechos y no con discursos a esa tiranía asesina.

Quedará también para eterna vergüenza aquí en Guatemala y el mundo el apoyo de la extrema izquierda guerrillera a ese régimen asesino, el apoyo expreso de Rigoberta Menchú, de Codeca, del CUC y de Daniel Pascual, de los exguerrilleros de la URNG y los demás grupos terroristas izquierdistas que compusieron la derrotada guerrilla guatemalteca, que abiertamente apoyaron y siguen apoyando a esa tiranía asesina.

Igualmente los políticos corruptos en España y en América Latina, como Lula, Dilma, Zapatero, Evo, los Kirchner, Mujica y el corrupto régimen comunista cubano, además de las tiranías en Rusia y China son ya los únicos en el mundo que apoyan al dictador Maduro. La inmensa mayoría de gobiernos latinoamericanos han condenado y aislado internacionalmente a Maduro y su tiranía usurpadora y desde Canadá hasta la Unión Europea completa, pasando por casi toda América, aislaron y bloquearon al régimen y se predice su caída por su propia corrupción, fracaso económico extraordinario, hiperinflación casi igual a la de la Alemania de la República de Weimar luego de la Primera Guerra Mundial y su abierta colaboración con el narcotráfico y el terrorismo islámico internacional.

Mis respetos a las acciones de la administración Trump y a la decisión fuerte y frontal del presidente estadounidense de actuar con hechos en defensa del pueblo venezolano no solo congelando el dinero al régimen corrupto, mandando millones de dólares en ayuda humanitaria y medicinas de USAID para que el nuevo régimen pueda aplacar la grave crisis en los hospitales y los servicios sociales y reconociendo al nuevo presidente legítimo y constitucional de Venezuela, Juan Guaidó.

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