Ahora, Guatemala se aproxima, en su proceso político democrático, a una elección general de presidente y vicepresidente, 158 diputados al Congreso y los 340 alcaldes y corporaciones municipales en este 2019.
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El cuerpo político guatemalteco lucha al mismo tiempo que esto sucede una batalla por su soberanía e independencia contra un grupo de embajadas interventoras que financian al fracasado nuevo experimento fallido de ONU en Guatemala llamado CICIG.
No podemos de ninguna forma volver al status quo anterior de corruptela tras corruptela, de partido tras partido político, como fue en los últimos 15 o 20 años de la política nacional.
“Ahora, Guatemala se aproxima, en su proceso político democrático, a una elección general de presidente y vicepresidente, 158 diputados al Congreso y los 340 alcaldes y corporaciones municipales en este 2019”.
Esta crisis ha demostrado las grandes falencias del MP y la poca independencia de la política partidista, con el terrible precedente de una Thelma Aldana, también caída en desgracia por su asociación a una mafia internacional de venta de pasaportes falsos con su secretaria general del MP Mayra Véliz, y las denuncias presentadas por el inversionista internacional y activista en contra de la corrupción de Putin y el Kremlin Bill Browder, que, junto con dos valientes abogados guatemaltecos, denunció ante la Comisión Helsinki del Senado de los EE. UU. la gravísima corrupción de algunos jueces y fiscales asociados a esa mafia de venta de pasaportes y DPI falsificados con Coutiño International y la persecución de la mafia rusa contra la familia de migrantes que han solicitado asilo en Guatemala por tener que salir huyendo de atrocidades cometidas contra su familia en Rusia. Necesariamente, los fiscales del MP no pueden tener ningún contacto ni menos ser títeres del Estado ruso, que de forma implacable se ensañó contra los Bitkov en Guatemala.
“No podemos de ninguna forma volver al status quo anterior de corruptela tras corruptela, de partido tras partido político, como fue en los últimos 15 o 20 años de la política nacional”.
Tampoco es posible que jueces de este caso se relacionen y tengan reuniones en secreto con esa embajada, el gobierno de Guatemala debiera de romper relaciones con Rusia, pues no puede lucharse contra la corrupción relacionándose con países donde la mafia y el crimen organizado tienen tal nivel de control del Estado, que inclusive asesinan a ciudadanos rusos en el extranjero como en dos casos recientes en el Reino Unido.
La periodista de renombre internacional y editorialista del “Wall Street Journal” Mary Anastasia O’Grady ha sido muy valiente, al igual que los senadores republicanos Wicker, Mike Lee, Lankford, Marco Rubio y el secretario de Estado, Pompeo, y el asesor de Seguridad Nacional, Bolton. Todos están enterados y han denunciado el contubernio entre la CICIG y el Kremlin en Guatemala, y le han hecho un gran servicio al país al permitirnos quitarnos las vendas de los ojos y ver la gravísima corrupción que tanto en la CICIG como en muchas fiscalías del MP reinaba, agazapada, sin ninguna intención de hacer una verdadera lucha contra la corrupción.
Es por ello que seguiré recomendando y pidiendo a los funcionarios de Gobierno, del MP y de Gobernación que se elabore un convenio permanente de capacitación con el FBI de los EE. UU. y se entrenen en Quantico, Virginia, a investigadores y fiscales del MP y del Mingob para así presentar casos basados en evidencia y métodos modernos de investigación criminal.
¡#CICIGnuncaMAS!