La motivación laboral es, sin duda, determinante en el nivel de productividad de una empresa y en el nivel de servicio al cliente que esta brinda. Como vimos la semana pasada, las empresas pagan un precio muy alto al tener dentro de sus equipos colaboradores desmotivados. Pero, ¿de quién es la responsabilidad de motivar?
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¿Es la responsabilidad del colaborador el llegar motivado a trabajar? ¿Es responsabilidad de la empresa? ¿O es responsabilidad del líder? La respuesta es: Todas las anteriores.
“Cuando un líder está enfocado en su gente y busca mantenerla motivada, obtiene lo mejor de ella y logra los mejores resultados del equipo y, por ende, de su gestión”.
Así como el colaborador tiene la responsabilidad de automotivarse a sí mismo continuamente, también es responsabilidad de la empresa mantener y aumentar esta motivación. Suponiendo que tanto el colaborador como la empresa han hecho bien su papel, hoy nos enfocaremos en el papel del líder y cómo crear, mantener y aumentar la motivación que necesitan los integrantes de su equipo de trabajo.
Bob Nelson dijo: “Si les demostramos a los empleados que no nos interesan, ellos nos harán lo mismo. Demostrémosles que sí nos interesan y ellos actuarán con reciprocidad”.
Cuando un líder está enfocado en su gente y busca mantenerla motivada, obtiene lo mejor de ella y logra los mejores resultados del equipo y, por ende, de su gestión. Pero por muy bonito que suene, no se puede limitar a una buena intención, será necesaria la acción. Veamos algunas acciones específicas.
- Respetar. El hecho que tengamos un puesto de liderazgo no significa que somos superiores o mejores que nuestros colaboradores. Debemos darles siempre un trato digno, honesto y respetuoso, independiente de la presión que nuestro trabajo nos pueda ejercer.
- Escuchar. Un líder positivo tiene la habilidad de escuchar a su equipo. Pero no solo escuchar lo que le conviene o interesa, sino escuchar activamente las opiniones, sugerencias e incluso quejas antes de evaluarlas. Cuando el líder escucha, el colaborador se siente apoyado.
- Pedir opinión. Una de las cosas que más nos motivan es sentirnos útiles, o por lo menos sentir que aportamos más allá de nuestras atribuciones. Incentiva a tu equipo de trabajo a hacer propuestas o sugerencias. Quién sabe, quizás te puedes sorprender de las excelentes ideas que tu equipo te pueda dar.
- Establecer metas. Cuentas claras conservan la amistad. Para poder rendir al máximo en nuestro trabajo, necesitamos que nos digan exactamente qué esperan de nosotros, por esta razón debemos decirles a nuestros colaboradores cuáles son sus responsabilidades.
- Equidad. Es entendible que sintamos más afinidad con algunas personas que con otras, pero algunas veces y de manera inconsciente caemos en el favoritismo. Como nos sentimos más cómodos y confiados con ciertos colaboradores, tendemos a dejar de lado a otros. Intenta mantener un trato ecuánime con todo tu equipo.
- Conversar. Y no solo conversa de trabajo, platica con ellos sobre temas de actualidad, del clima, de la familia, de sus sueños, de sus vacaciones o fines de semana, sin incluir temas laborales.
- Convivir. Júntalos de vez en cuando fuera de la oficina y compartan un pedazo de pizza. La presión del día a día hace que nos olvidemos que todos necesitamos motivarnos, y qué mejor que hacerlo en grupo y con quienes pasamos la mayor parte de nuestro día.
Estas son algunas técnicas que les pueden ayudar a tener una mejor relación con su equipo de trabajo, mantenerlos motivados y contentos, y quizás hasta los motive a ustedes para su misma motivación.