Siempre es lo mismo, el establishment corrupto, lacayos y lamebotas de ONG extranjeras y embajadas abusivas y entrometidas en asuntos internos guatemaltecos por décadas, desde el travesti de la “paz” del 96, creen que los guatemaltecos somos un pueblo dócil, de colonos que siguen amancebados a la corona o a la colonia, y que no existimos guatemaltecos rebeldes, nacionalistas, libertarios y conservadores que nos resistiremos con el último aliento que nos quede en el cuerpo hasta ver una patria libre, una Constitución soberana e instituciones que, por sobre todas las cosas, defiendan la soberanía nacional, el debido proceso, la presunción de inocencia y terminen los campos de concentración de la prisión preventiva usada como tortura por una mafia de jueces y fiscales corruptos, lacayos de la derrotada agenda del complejo: CICIG-embajadas-ONG-corruptas-ONG-locales.
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Los vendepatrias en esa parte microminoritaria del sector privado acomodaticio y apátrida (cada vez más desprestigiado, cada vez más débil), que prefirieron sobarle la leva a tres comisionados seguidos de la CICIG, cada uno peor que el siguiente, vieron su postura rastrera derrotada, y humillados en público, sin haber cometido delito alguno, esa mafia corrupta de CICIG-embajadas-ONG los extorsionó como si fuesen una vil clica de mareros a aceptar delitos que no son delitos y culpas que no son de ellos. Vieron el desastre de las persecuciones políticas de la CICIG, fácil, ONU y la grosera intervención extranjera en asuntos internos políticos y judiciales penales guatemaltecos y prefirieron besar la cadena que luchar contra ella.
Nosotros, los que nos quedamos debajo del agua (no somos dos ni tres, somos miles de miles de ciudadanos hartos de la corrupción encubierta de la izquierda y sus ONG putrefactas) a llevar palo y calumnia encima, ya llevamos más de una década de denunciar los abusos, los delitos, los crímenes y las aberraciones de otro experimento más fallido de la ONU y esas embajadas y esos gobiernos, que para su desgracia apoyaron a la aberración inconstitucional y la dictadura espuria y conato de poder absoluto y corrupto de dos administraciones seguidas del MP, las vergüenzas nacionales de Claudia Paz y Paz y Thelma Aldana, y las persecuciones penales ilegales que montaron contra muchísimos veteranos militares héroes de guerra, como la farsa del genocidio y los circos mediáticos inconstitucionales de CICIG-MP al despedazar ante los medios de comunicación a acusados ante una buena parte de la prensa fafera y vendida a esa “cooperación internacional” que les daba premios, viajes y prebendas a esos “periodistas” que se volvieron nada más que viles agentes de la propaganda de esa dictadura corrupta de jueces y fiscales vendidos a la CICIG y al “non grato”.
“Se les acabó la fiesta, señores, el péndulo de la historia viene de regreso”.
Ahora que van perdiendo, luego de más de una década de dictadura, y que el gobierno de la República, con una política exterior valiente y frontal, ha recuperado en menos de un año lo que se había perdido en más de una década, ahora gritan como los alaridos de los internados en el asilo: “¡Polarización!”, “¡Necesitamos diálogo!”, “¡No podemos seguir polarizados!”, y demás patrañas y farsas.
Ni modo que no iban a gritar así, si van perdiendo, van en franca retirada, a la ONU no le quedó de otra, luego de las clarísimas muestras patéticas y palmarias y de los múltiples abusos y delitos de la CICIG en Guatemala, que ceder y ya dijo que no va a enviar a Velásquez de regreso al país y que ya le envió los expedientes de tres posibles candidatos a comisionado o comisionada de la CICIG al gobierno y este gobierno que hizo valer la soberanía nacional con los buenos oficios del Consejo de Seguridad Nacional, la canciller de la República y el embajador Skinner-Klée en la ONU, y eso, aunado a un devastador pliego de agravios explicado por el presidente de la República en la Asamblea General de ONU en Nueva York, a la par de una recepción oficial de la embajadora Nikki Haley, la estrella republicana de la administración Trump en ONU a la par del saludo público y visible de figuras puntuales del estamento de Seguridad Nacional de los EE. UU. como Mike Pompeo, el mismísimo presidente Trump y el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, es inevitable ver que los demócratas en Centroamérica, en Washington y en Nueva York están por los suelos, y esa agenda demencial, de aborto, de matrimonio y agenda radical de género LBGTI y la grosera intromisión en asuntos internos guatemaltecos llega a su fin.
Van perdiendo, lo saben, y así su retórica incendiaria y llena de odio e ira estalla, y lo peor es que estalla sin el apoyo de la población, llaman a marchas, ¡fracasan! Llaman a paros de negocios, nadie que importe, ¡para nada! Llaman a encuestas en los medios para desprestigiar al gobierno, al presidente de la República y al presidente del Congreso y hasta en sus propios sondeos en Twitter, ¡pierden! Se les acabó la fiesta, señores, el péndulo de la historia viene de regreso. Agárrense y arrepiéntanse de todas las vidas y haciendas que han destruido, ahora les toca a ustedes, lacayos de extranjeros insolentes, pagar por todo el daño que han causado, lo único que lograron fue despertar a un gigante conservador de derecha política que estaba dormido, ahora vendrá para ustedes el rendir cuentas de los destrozos que hicieron con su adefesio inconstitucional y la dictadura corrupta de jueces y fiscales que ustedes crearon. ¡Pierden por sexta vez en su intento de tomar el poder por golpes de Estado contra el pueblo y el gobierno de la República de Guatemala! ¡Vendepatrias!