Opinión

¡Apoteósica manifestación!

“Es increíble lo que los guatemaltecos le hemos permitido a una microminoría corrupta de oenegés”.

Tuve el honor de asistir con decenas de miles de guatemaltecos el domingo recién pasado a una manifestación pacífica a favor de la vida y en contra del aborto y la agenda LBGTI y a favor de los valores tradicionales de la familia.

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Fue impresionante ver a todas las denominaciones judeocristianas guatemaltecas hermanadas por una causa, marchar en paz de forma ordenada y sin causar ningún altercado ni destrozo y dejar la Plaza Central, donde fácilmente se reunieron más de 30 o 40 mil guatemaltecos, en paz y limpia.

Es muy importante hacerle ver a esa izquierda radical, degenerada y muchas veces violenta, como lo hemos visto con algunos de sus manifestantes que agreden a mujeres congresistas en las calles o que insultan a los que no pensamos como ellos en redes sociales y en las calles cuando hay manifestaciones contra la CICIG, por ejemplo, que los guatemaltecos somos en una gran mayoría gente conservadora, gente que ama la paz y en una inmensa mayoría, gente que ya está cansada de los oenegeros, de los exguerrilleros que trabajan en esas oenegés y de los micropartidos políticos de uno o dos congresistas como Winaq, CPO y URNG, partidos de extrema izquierda fracasados por más de tres décadas que no entienden que el pueblo de Guatemala es discreto, pacífico, conservador y creyente y que queremos que nos dejen en paz y que no quieran, como han hecho infructuosamente por más de 40 años, en cambiar nuestra naturaleza y nuestras tradiciones y creencias con dinero sucio de la comunidad internacional.

“Es increíble lo que los guatemaltecos le hemos permitido a una microminoría corrupta de oenegés”.

Esa comunidad internacional abusiva, insolente, como la canciller de Suecia, que en su cuenta de Twitter en lugar de respetar la decisión soberana del gobierno de Guatemala de cancelar la CICIG, amenaza al gobierno diciendo que Suecia “hará todo lo posible por que continúe la CICIG en Guatemala”. ¿¡Como así, señora!? ¿Cree acaso, usted, como otros burócratas insolentes en Naciones Unidas y demás embajadas del mal llamado G-13, una caterva de gobiernos extranjeros que creen que Guatemala es colonia, que los guatemaltecos no tenemos derecho a gobernarnos a nosotros mismos?

Es increíble lo que los guatemaltecos le hemos permitido a una microminoría corrupta de oenegés de exguerrilleros y gente de la extrema izquierda en nuestro país, después del fracaso de negociar los Acuerdos de Paz con criminales, secuestradores y asesinos terroristas de la guerrilla. Es increíble la arrogancia de la comunidad internacional en Guatemala, especialmente de su títere Velásquez, que, como una comedia o mal remedo de virrey, ¡cree que puede hacer con Guatemala lo que se le antoje!

Les recuerdo si ya se les olvidó el rosario de casos presentados por la CICIG con testigos falsos, evidencia falsa y los más de seis acusados muertos por ejecución extrajudicial con participación de un MP y la CICIG tomados por colaboradores de la exguerrilla: El suicidio del Dr. Jesús Oliva, la muerte por ejecución de Pavel Centeno, los fiascos de los casos: Rosenberg, Giammattei, Valdez Paiz, Vielman, Figueroa, Moreno Botrán, las enfermeras del IGSS, caso del Lic. Moisés Galindo, caso del empresario Max Quirin, escarnio público y aprehensión del empresario Flavio Montenegro, destrucción y persecución penal coordinada con la embajada de Rusia y bufetes corruptos de la inocente y perseguida familia rusa Bitkov, que vino a Guatemala huyendo del régimen criminal de Putin y que evidentemente está en contubernio con la CICIG y esos bufetes corruptos guatemaltecos tal y como Bill Browder y la Comisión Helsinki del Congreso de los EE. UU. han denunciado, junto con los senadores republicanos Lankford, Mike Lee y Marco Rubio, del comité de Relaciones Exteriores del Senado de los EE. UU.

Se han gastado 180 millones de dólares en la CICIG para hacer pedazos al país, perseguir empresarios y ciudadanos de forma impune y sin derecho de defensa ni presunción de inocencia y encima, ahora, la mafia del gobierno ruso, ¡colaborando con la CICIG!

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