Nadie es superior a la ley. Eso nos hace una república de leyes y no de hombres. Sin embargo, cuando caemos en la dictadura de jueces y fiscales corruptos, la ley se destruye, la Constitución no se respeta y las garantías y derechos constitucionales que nos han costado a los guatemaltecos sangre, sudor y lágrimas durante nuestra cruenta historia del siglo XIX y el XX se pierden y destruyen para todos los ciudadanos, no solo para los acusados.
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Estamos así, en un proto-Estado policiaco, donde ya no es delito lo que la ley dice que es delito, sino lo que arbitrariamente a un grupo de fiscales corruptos e ideológicos se les antoja, porque suponen que la dictadura inconstitucional de CICIG se mantendrá para siempre (ya llevan una década y 181 millones de dólares de la comunidad internacional y el gobierno de Guatemala). Y con ello, esa anomalía inconstitucional que no le rinde cuentas a nadie puede seguir su dictadura ahora tomando el control del TSE y llevando a la cárcel a cualquiera que haya dado una donación a cualquier partido político, sin importar que esa donación sea de dinero legítimo y legal, lo cual no constituye ningún delito en la ley guatemalteca, pero que a CICIG le interesa distorsionar e instrumentalizar para así apresar a cualquiera para mantener el clima de odio ideológico y de miedo por el abuso de poder generalizado.
“Nadie es superior a la ley. Eso nos hace una república de leyes y no de hombres. Sin embargo, cuando caemos en la dictadura de jueces y fiscales corruptos, la ley se destruye y la Constitución no se respeta”.
Nunca antes en la amarga historia de intervención extranjera en Guatemala, desde los fracasados acuerdos de paz con la guerrilla asesina y secuestradora, convertida ahora en grupos de corruptas oenegés de derechos humanos, ha existido una intervención tan grosera y evidente en los asuntos internos guatemaltecos.
Nunca en los más de 30 años de elecciones libres y abiertas los guatemaltecos hemos necesitado de la ayuda de nadie para contar los votos y darle la victoria al partido que democráticamente ¡¡¡ha ganado las elecciones!!! Nunca los miles y miles de voluntarios ciudadanos guatemaltecos, gente honorable y comprometida con erradicar los fraudes electorales, han necesitado de nadie para intervenir en las elecciones y darnos resultados limpios, democráticos y sin fraudes.
Lo que estamos viviendo es el resultado del desastre de reforma electoral hecha en un clima de miedo a la CICIG y al nefasto exembajador Robinson que junto con la UNE y Taracena, uno de los políticos más corruptos de ese partido, se hicieron a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, dándole funciones al TSE que no le corresponden ni constitucional ni políticamente hablando. La reforma que ha sido atacada con recursos de inconstitucionalidad por la Cámara de Medios de Guatemala y el Cacif tiene gravísimas violaciones a la libertad de expresión, a la libertad de industria y a la libertad de prensa, pues quiere fijar precios topes a la pauta política, quiere regular ilegalmente en cuáles horarios y tiempos sale al aire esa pauta política y además quiere prohibir la publicación de encuestas antes y durante el evento electoral, lo que es una grave serie de violaciones a las libertades constitucionales que, como digo, por más de 30 años han garantizado elecciones libres y abiertas por los guatemaltecos para los guatemaltecos, sin ninguna clase o tipo de intervención extranjera en asuntos internos.
Los guatemaltecos no podemos permitir que un TSE blandengue y traidor, controlado en parte también por la UNE y esa mafia de oenegés de derechos humanos y socialistas, muchas de los cuales o fueron formadas por guerrilleros o colaboradores de esa guerrilla terrorista, asesina y secuestradora del siglo XX guatemalteco, intervenga junto con la CICIG en el proceso electoral de los guatemaltecos.
Es hora de luchar, guatemaltecos, es hora de revelarnos contra la tiranía de los extranjeros abusivos e insolentes y en contra de las ONG corruptas de DD. HH. que están llevándonos a un clima político electoral exactamente igual al que permitieron que las dictaduras socialistas y corruptas de Venezuela y Nicaragua se establecieran manipulando ilegalmente el proceso electoral, interviniendo las elecciones y obviamente beneficiando a sus candidatos políticos para lograr la renovación “ad infinitum” de la intervención y la toma del poder ilegalmente por esa comunidad internacional abusiva y esas oenegés nefastas y corruptas. ¡Guatemala es nuestra, guatemaltecos! ¡¡¡Recuperémosla!!!