Opinión

Después del volcán

“Te has puesto a pensar: ¿Qué pasaría si al llegar a tu casa te das cuenta que ya no hay nada? ¿Que no tienes dónde vivir? Perdiste todo, absolutamente todo”.

Después de una tragedia como la que el volcán de Fuego dejó a su paso, todos quienes no fuimos afectados le agradecimos a Dios y nos unimos para ver cómo podíamos suplir las necesidades más inmediatas de los damnificados y sus familias.

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Es conmovedor ver cómo un país se une, cómo los países amigos mandan sus donaciones y cómo todos logramos latir con un mismo corazón para lograr un mismo fin, el ayudar a los que perdieron todo. 

Sin embargo, suele suceder que después de unos días las noticias sobre la catástrofe disminuyen su intensidad y, por ende, nuestra atención regrese al día a día, olvidándonos de los que quedaron atrás, olvidándonos de quienes no solo perdieron a sus familias y amigos, sino sus casas y con ellas, todas sus pertenencias. 

Te has puesto a pensar: ¿Qué pasaría si al llegar a tu casa te das cuenta que ya no hay nada? ¿Que no tienes dónde vivir? Perdiste todo, absolutamente todo".

Lamentablemente no podremos devolverles a sus familias, ni se podrán recuperar las vidas de cientos de guatemaltecos; sin embargo, sí podemos unirnos para ayudarlos a recuperar una fuente de trabajo y los insumos que necesitan para tener una vida digna.

Tenemos que recordar que los damnificados no podrán vivir para siempre en un albergue, ni durmiendo en mantas sobre el piso. Ellos necesitan nuestra ayuda para recuperar lo que les costó años de arduo trabajo: Su casa, sus camas, sus muebles, sus pertenencias, su trabajo.

Hay distintas formas de ayudar una vez pasada la catástrofe. Mencionaré algunas que pueden ser de valor.

  1. Apoyo psicológico:

Si eres psicólogo, puedes apoyar en los albergues. Después de un evento traumático, lo que necesitan es alguien que los escuche, que comprenda su sentir y los reconforte.

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  1. Simplemente jugar:

Un gran porcentaje de los damnificados de los albergues son niños. Niños a los que el volcán les borró su sonrisa, dándoles en cambio le incertidumbre del futuro. No es necesario ser un experto en juegos para ir a distraerlos un rato, saltar la cuerda, jugar futbol, hacer manualidades o contarles un cuento que los saque por un momento de su realidad y los lleve a imaginar el futuro.

  1. Fuente de trabajo:

Si eres parte de una empresa o posees una, puedes ayudar brindando un trabajo digno a los damnificados. Eso les ayudará a sacar adelante a sus familias y a reincorporarse rápidamente a la sociedad.

  1. Ayuda económica:

Si no tienes tiempo, pero quieres ayudar, puedes colaborar en la construcción de una nueva aldea, ya que las comunidades que fueron soterradas por el volcán quedaron completamente  inhabitables.

El Club Rotario Guatemala Sur, al cual pertenezco como Dama Rotariana, junto con Banco Industrial están trabajando en un proyecto de reubicación y reconstrucción de las viviendas para los damnificados, con el objetivo de dar una respuesta rápida y efectiva a las necesidades de cada uno de los sobrevivientes.

Les comparto la cuenta llamada “Guatemala Levántate” del Banco Industrial, 093-000153-2

De antemano quiero agradecer a cada una de las almas caritativas que pasaron noches en vela, arriesgaron su vida y dieron todo de sí para ayudar a quienes más los necesitaban. Sin duda son unos héroes de los que tenemos mucho que aprender. 

Hay muchas maneras de seguir ayudando, dependerá de qué tanto nos queramos involucrar y de cuánto tiempo dispongamos para hacerlo.

Solo les pido que no nos olvidemos que los damnificados siguen necesitando nuestro apoyo. Hoy por ti, mañana por mí.

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