De manera sigilosa el proceso electoral se está acercando. El tiempo se acaba y los actores políticos e institucionales están, desde sus ámbitos de acción, preparándose para competir en la elección.
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El Tribunal Supremo Electoral (TSE) se encuentra entretenido realizando los ajustes necesarios para organizar un proceso electoral que pinta, por las reformas aprobadas en 2016 y la dinámica política, muy complejo. Por su parte, los partidos andan calladitos fortaleciendo su organización territorial, definiendo sus candidaturas y estrategias electorales.
“El principal reto en las elecciones lo tendrá el TSE. Este contexto de implementación de reformas y la crisis política coloca sobre la mesa muchos elementos que pondrán a prueba la capacidad, credibilidad y legitimidad del órgano electoral”.
Pareciera que las elecciones están muy lejos y que es demasiado prematuro hablar de inscripciones, candidatos, encuestas, intención de voto, campañas políticas y otros aspectos que se analizan en los procesos electorales. Todo lo contrario, no nos hemos dado cuenta que la elección está a la vuelta de la esquina y que los actores están intensamente calentando motores para competir en el rally electoral.
Esta elección presentará muchas cosas novedosas. Es difícil imaginarlo pero le aseguro que en algunos momentos se sorprenderá de lo que presenciará. Muchas cosas positivas y otras, digámoslo de alguna manera, menos esperanzadoras.
De entrada, solo la forma en que los partidos se promocionarán en los medios de comunicación cambiará drásticamente. Ahora no veremos esas campañas millonarias que saturaban el espacio con canciones repetitivas y sin mensaje. Entre otros aspectos, como el voto en el extranjero, que aún el TSE no ha decido si lo implementará o no.
El principal reto en las elecciones lo tendrá el TSE. Este contexto de implementación de reformas y la crisis política coloca sobre la mesa muchos elementos que pondrán a prueba la capacidad, credibilidad y legitimidad del órgano electoral. Este es el principal reto. Un TSE con capacidad para organizar de manera transparente, efectiva y eficaz un proceso electoral. Los focos y reflectores estarán siguiendo el actuar del TSE y cada movimiento que haga o deje de hacer será objeto de análisis y crítica.
“Muchos de los actores tendrán la intención de debilitarlo y sacar partido de ello. Otros estamos más preocupados por su consolidación institucional porque el TSE es un pilar fundamental para el sistema democrático”.
Muchos de los actores tendrán la intención de debilitarlo y sacar partido de ello. Otros estamos más preocupados por su consolidación institucional porque el TSE es un pilar fundamental para el sistema democrático, y es muy riesgoso para el sistema que el órgano electoral, en medio de una elección, sea cuestionado por su actuar. Solo tiene que ver la experiencia de Honduras para valorar la importancia de un órgano electoral independiente, con credibilidad y legitimidad.
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Por ello, el órgano electoral debe apresurar la implementación de las reformas que se aprobaron en 2016. El TSE tiene aún tiempo para intensificar las acciones internas y llegar, como decimos coloquialmente, bien planchadito al proceso electoral y poner en marcha todos los aspectos novedosos de la elección.
El TSE tendrá muchos frentes abiertos y el golpe que debilite su institucionalidad puede entrar por donde menos lo imaginemos. La mejor estrategia para evitar escenarios de crisis política e ingobernabilidad es anticipar los hechos, preparar estrategias para reducir riesgos y proteger al árbitro del sistema electoral. No es una tarea fácil.
Muchos actores están interesados en generar crisis y conflicto, y no pierden la esperanza en que, en río revuelto, ganancia de pescadores. No caigamos en el juego. ¿Qué opina usted?