Como el objetivo intrínseco de todos lo seres humanos es avanzar, hoy hablaremos de cómo sobrellevar uno de los más grandes obstáculos cuando queremos hacer un cambio radical y salir adelante.
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En ocaciones anteriores hemos hablado de cómo automotivarnos para lograr esos cambios; sin embargo, todos sabemos que esa preciada motivación no siempre llega a cumplir su labor.
Piensa en todos los hábitos que quisieras crear y elige, para comenzar, el que más te pueda beneficiar".
Entonces, ¿cómo lograr cambiar hábitos si no me siento motivado para lograrlo?
1. Romper paradigmas
¿Es la motivación la que lleva a la acción? ¿O es la acción la que lleva a la motivación? Anteriormente pensaba que la motivación era el primer y único motor; sin embargo, me di cuenta que cuando realizas una acción sin muchas ganas, la energía para realizarla llega a ti.
El otro día llegué muy cansada, y no tenía ninguna gana de salir a caminar. Luego de negociar conmigo misma decidí ir a dar una sola vuelta y volver. Al final terminé dando seis, y regresé con 10 veces la energía que con la que salí. Es un ejemplo burdo, pero real.
2. Un paso a la vez
Hace unos días leí que una persona que quiere iniciar una dieta para bajar de peso, y a la vez dejar de fumar, debe primero enfocarse en la dieta, y una vez logrado el objetivo, dejar el cigarro. Esto debido a que es muy difícil dejar dos hábitos tan arraigados a la vez.
Es como querer perseguir a dos conejos al mismo tiempo, eventualmente ambos escaparán. Piensa en todos los hábitos que quisieras crear y elige, para comenzar, el que más te pueda beneficiar.
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3. Recordatorio
Una de las técnicas más prácticas es la de dejar una señal o recordatorio diario, el cual dependerá del tipo de hábito que quieras desarrollar. Por ejemplo, si quisieras comenzar a ahorrar el 10% de lo que ganas, pon un recordatorio mensual en la fecha en que lo recibes, así lo primero que harás es reservar tu ahorro.
4. Aléjate
Para poder dejar hábitos nocivos arraigados hay que hacer cambios radicales. Y eso incluye alejarse de los malos ambientes e influencias. Si quieres hacer dieta y tus amigos de la oficina solo comen comida rápida, mejor lleva tu comida y come con tus compañeros que cuidan su salud. Confía. Si no confías en que eres capaz de lograrlo, ya estás condenado al fracaso.
Tú no eres el hábito, él no te controla. Tú controlas tus pensamientos y tus emociones, y por ende tienes el absoluto control sobre tus acciones. Elige pensamientos que te ayuden a avanzar y a sentir que dejas el estancamiento atrás.
Enfócate en todos los beneficios que obtendrás, y en quién serás una vez lo hayas logrado. Enfócate en un hábito a la vez.