Opinión

Así que mis queridos lectores, disfruten noviembre

"Disfruten noviembre, vuelen barriletes, abríguense bien y no se vayan a empachar por comer tanto chorizo negro".

La temperatura empieza a descender. A veces hay días nublados y otros que se matizan con un hermoso celeste en el cielo. El viento frío nos pone chapuditos y la gran mayoría de los patojos están de vacaciones. Así es, mis queridos amigos, noviembre llegó y con él una serie de sucesos y acontecimientos que marcan la época. Noviembre es sinónimo de muchas cosas. En primer lugar se desempolvan suéteres, gorras, bufandas, guantes y otra serie de aditamentos que nos protegen del frío. De hecho, este mes es el preludio de la temporada que traen sobre Guatemala los frentes de alta presión que arrastran masas de aire frío desde el Polo Norte. También es la temporada en la que las calles, callejones, parques y lugares de recreación se llenan de las alegres voces de los patojos que disfrutan las vacaciones.

Disfruten noviembre, vuelen barriletes, abríguense bien y no se vayan a empachar por comer tanto chorizo negro”.

El cielo se salpica con colores, pues una tradición de antaño como lo son los barriletes, encanta, entretiene y conecta a las familias. Los más conservadores prefieren utilizar barriletes de papel de china… incluso, muchos prefieren hacerlos.   Otros optan por comprar los barriletes modernos con figuras de los Pokémon, y  de “Dragon Ball Z”, los superhéroes de Marvel o DC, y de cuanta cosa pueda imaginarse.

Esta es la época en que florece el amor adolescente. No hay como recordar ese tibio primer beso en una fría tarde de noviembre.   Invitarla al cine, a un centro comercial o a comerse un elote loco en Interfer son experiencias que todo chapín que se respeta debe experimentar alguna vez.

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Por supuesto, no puede faltar la gastronomía ligada a las costumbres y a las tradiciones religiosas de noviembre. El fiambre es una maravillosa expresión de la fusión cultural de los guatemaltecos. Vegetales, carnes, embutidos, quesos y la experiencia de probarlo por primera vez. En toda familia siempre hay alguno que examina cada ingrediente y casi con pinzas separa lo que se comerá y lo que no.   Incluso, si pudiera tener a mano una lupa, la tendría para examinar cuidadosamente cada ingrediente previo a introducirlo en su boca.   Existe también el hermano, papá o abuelo que, a escondidas, se levanta a media noche para irse a comer todas las carnes de los platos de los demás. No puede faltar aquel que asombra a todos pues su plato mas pareciera un azafate familiar y por lo menos pesa unas 5 libras.      

No puede faltar la gastronomía ligada a las costumbres y a las tradiciones religiosas de noviembre. El fiambre es una maravillosa expresión de la fusión cultural de los guatemaltecos".

En fin, esta es una de las tradiciones culinarias mas deliciosas que poseemos los guatemaltecos. Es cierto que, con el costo de la vida actual, es probable que muchos no puedan más que disfrutar de un pequeño plato. Sin embargo, al final de cuentas, lo que importa no es lo que se come, mucho menos la cantidad, sino con quiénes se come. Antes de finalizar quisiera traer a colación a las exquisitas, únicas e incomparables torrejas. Un manjar de otro mundo para las papilas gustativas. Malaya estuviera mi abuelita viva todavía, muchá. Lo bueno es que mi mamá le aprendió la receta y mi esposa también. Así que mis queridos lectores, disfruten de noviembre, vuelen barriletes, abríguense bien y no se me vayan a empachar por comer tanto chorizo negro, butifarra y pacaya.

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