El temor de encontrar algo irregular o anormal hace que muchas mujeres experimenten temor de hacerse su autoexamen de mama; sin embargo, es sumamente necesario que estemos informadas con base en evidencia médica y saber diferenciar entre un tumor benigno y uno maligno.
Los primeros son blandos, se mueven y pueden causar dolor o molestias; los malignos son duros y firmes, y no causan dolor. Es recomendable que a partir de los 40 años de edad nos hagamos la mamografía y otros estudios adicionales, como los ultrasonidos mamarios, por lo menos una vez al año o cuando lo indique el médico.
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Una investigación realizada por la Universidad de Minnesota, en los Estados Unidos, detalló que llevar una vida activa, lejos del sedentarismo, cambia la forma en la que el cuerpo maneja el estrógeno, lo cual es un detonante para desarrollar cáncer de mama.
"Es recomendable que a partir de los 40 años de edad nos hagamos la mamografía y estudios adicionales".
Para el diagnóstico de este tipo de cáncer, siempre se requiere de una biopsia, que consiste en tomar una pequeña porción de la zona de la mama afectada y analizar las células que la componen, que confirme el diagnóstico y, además, otros estudios que son de utilidad para determinar la extensión del cáncer y el tipo de tratamiento que es necesario aplicar.
Así que muévete, lleva una vida más activa y cuida tu alimentación. Recuerda: tu salud es primero.
