Todos hemos cometido errores garrafales a la hora de comportarnos cuando somos invitados a una casa ajena. Comportamientos desubicados, o de mala educación, o de mal gusto, o desagradables, o que molestan, o simplemente que no hablan bien de nosotros.
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Después de haber hablado con algunas de las personas más exquisitas en modales que conozco, y sumar algunas que me trauman personalmente, quise hacer una lista de todos los comportamientos desagradables, que impactan directamente en la decisión del anfitrión de volvernos a invitar a su casa.
Esto es lo que NO tienes que hacer:
- Confirmar a última hora o llegar tarde. Si tuviste algún contratiempo, avisa que llegarás tarde para que comiencen sin ti.
- No preguntar al anfitrión: ¿Necesitas que lleve algo? o ¿qué te llevo?
- Invitar a más gente sin avisar o pedir permiso primero.
- Llegar con las manos vacías (Aunque te hayan dicho que no necesitan nada, unas galletas o una botella de vino siempre son bien recibidas)
- Llevar cosas para compartir con los invitados, y al terminar la cena, llevártelas si no se consumen. “Lo que llevas no te lo llevas”.
- No ofrecer ayuda a los anfitriones cuando los ves atareados (quién no ama a quien te ayuda a recoger los platos de la mesa).
- Insistir con la ayuda. Si el anfitrión te insistió en que no lo hagas, haz caso.
- “Olvidar” el regalo de cumpleaños. Lo correcto es llevar el regalo al cumpleañero, y en este caso no es tan necesario llevar algo más.
- Hablar hasta por los codos. Por mucha confianza que haya, siempre deja espacio para que el resto de invitados se expresen.
Hablar de política, de religión o de temas controversiales que las opiniones sobre los mismos puede afectar las relaciones.
- Decir palabras soeces, hacer comentarios asquerosos, o con connotación sexual, menos delante de menores de edad o adultos mayores.
- Hacer ruidos desagradables con la nariz, garganta o boca. No quiero ser tan específica, ya que hasta mencionarlo es asqueroso.
- Comer antes que todos estén servidos. Espera a que todos tengan su plato y que el anfitrión los invite a comer.
- Ser un mañoso para comer. Si no te gusta algo y tienes la confianza, mejor dilo al aceptar la invitación. Igual funciona para las alergias alimenticias.
- Comer demasiado rápido o comer demasiado lento. Intenta comer lo más parecido al ritmo de los demás.
- Cucharear la comida. Si el arroz está en medio de la mesa y quieres servirte más, sírvete en tu plato, no en tu boca.
- Llegar solo a comer o irte en el mejor momento de la cena. Si puedes, espera al menos una media hora después de servido el postre.
- Invitado a dormir desordenado. Mantén tus pertenencias prolijamente ordenadas, y haz la cama si te quedaste a dormir.
- Irte de la casa sin agradecer por la hospitalidad, comida y compañía a los anfitriones.
- No invitar de vuelta. Las invitaciones son en doble vía. ¿quieres ser invitado? ¡Comienza por invitar!
Si quieres ser el invitado ideal, al que todos quieren invitar por sus excelentes modales y educación, comienza por abstente de hacer estas 20 desagradables acciones cuando estés en casa ajena. ¿Tienes algún otro comportamiento de tus invitados que te vuelva loco? ¡Compártelo!