Lamentable el camino que la extrema izquierda y sus columnistas de opinión le han querido dar al debate ocasionado por el desastre de reforma constitucional presentado por el cuarteto UNE-MP-CICIG-PDH.
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Los columnistas de extrema izquierda, ante una serie de dudas totalmente razonables y necesarias y posturas presentadas en forma técnica y educada por Cacif, Fundesa, Atal, Cien, Asociación de Amigos del País, Cámara de Comercio, Cámara del Agro, Conferencia Episcopal, Alianza Evangélica, Usac, URL, Asíes… y una centena más de profesionales, abogados, analistas políticos, politólogos, entre otros, han escogido el camino del insulto, la crítica ideológica y prácticamente el berrinche infantil, frente a una postura sólida y unificada del sector privado organizado, que aglutina a más de 30 mil empresarios y millones de trabajadores.
Leer las columnas de opinión de esta microminoría ideológica en Guatemala que tienen algunos sitios de internet donde destilan su veneno a diario y la cantidad de prejuicios ideológicos con los que han querido mal- responder a una postura técnica y jurídica de todos los que por meses llevamos tratando de defender una Constitución y una ley igual para todos los guatemaltecos, los desnuda y presenta de cuerpo entero.
Mis respeto a los miles y miles de ciudadanos indígenas y no indígenas que en forma educada, serena, pausada e informada se han colocado arriba del argumento ideológico y estridente, para hacer una defensa limpia de la Constitución y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.
Es su total y completa responsabilidad, señor Velásquez, por su miopía e ignorancia de la política y la tradición jurídica constitucional y la naturaleza y características de quienes somos guatemaltecos y su pobre postura ideológica política de aliarse a la izquierda más retrógrada y enfermiza que hoy existe en el país.
Es por esa pobreza de postura que una vez más el país se encuentra totalmente polarizado y al borde de un desastre jurídico constitucional de proporciones desastrosas. Fue usted el que fue a azuzar a las comunidades indígenas, el que se alió con excomandantes guerrilleros de la URNG y llegó con ellos del brazo al Congreso a presionar ilegalmente y violando la ley y la Constitución, arrogándose facultades que ni usted, la PDH y el MP tienen, en abierta violación al artículo 277 de la Constitución, que en forma diáfana establece quiénes pueden presentar una reforma constitucional.
Si usted no ha leído la Constitución, le recuerdo desde esta tribuna, señor Velásquez, ¡EN GUATEMALA SOLO LOS GUATEMALTECOS PODEMOS INTERVENIR EN UNA REFORMA CONSTITUCIONAL Y NADIE MÁS! Dígaselo a sus aliados en el Congreso de los EE. UU., a los embajadores insolentes, a la ONU, a los europeos, a los “expertos mexicanos” que usted trajo para opinar sobre la reforma de la CONSTITUCIÓN GUATEMALTECA.
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¡Guatemala es una! ¡Tiene una ley! ¡Una Constitución y una soberanía que reside en el pueblo que comprende a todos los guatemaltecos!