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“El informe presentado por el presidente puede ser el marco de referencia para que los diputados, en sus bloques partidarios o comisiones específicas de trabajo en el Congreso, evalúen el desempeño del gobierno”.
Mañana se realizará un evento político de trascendencia nacional. El presidente Jimmy Morales irá al Organismo Legislativo a presentar el informe de su primer año de gobierno, y también se dará el cambio de la junta directiva del Congreso de la República.
Es un acto de Estado en donde los revanchismos partidarios y personales deben quedar afuera del hemiciclo. Es un momento político importante hacer un alto, ver hacia atrás y definir el camino a seguir en el 2017.
Aunque no es una obligación constitucional que el presidente asista al Congreso, entregue su informe y dé un discurso, en esta ocasión el presidente Morales, desde mi perspectiva, no puede perder la oportunidad para hacer un balance de la situación del país en conjunto con los otros dos poderes del Estado, el Legislativo y Judicial, así como presentar la manera que enfrentará los desafíos que trae este año.
Los discursos serán los momentos políticos más importantes de la sesión solmene en el Congreso. El presidente Morales, en especial, debe aprovechar el discurso para presentar un panorama bastante claro y puntual de la situación del gobierno, y mostrar cuales son los principales logros de su gestión.
No presentar datos sueltos, sino una valoración cualitativa sobre los principales desafíos que enfrentó este año, los aciertos y desaciertos, así como la manera en que atenderá las principales demandas de la ciudadanía en su segundo año de gobierno. Deberá ser capaz de dibujar con precisión las prioridades que asumirá su administración y evitar, a toda costa, que el discurso termine siendo un conjunto de lamentos y justificaciones.
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El informe presentado por el presidente puede ser el marco de referencia para que los diputados, en sus bloques partidarios o comisiones específicas de trabajo en el Congreso, evalúen el desempeño del gobierno. Espero que en esta ocasión los diputados no desaprovechen, una vez más, la oportunidad de realizar un análisis profundo del informe presentado por el presidente y, de esa manera, fortalecer la función de control y fiscalización.
Por otro lado, los otros dos discursos importantes que se dictarán en la sesión solemne será el del presidente del organismo legislativo, el diputado Mario Taracena, que culmina una agitada y productiva gestión; y el discurso del diputado Oscar Chichilla, que asume la presidencia del Congreso en medio de un contexto político bastante complejo.
La agenda legislativa está marcada por la discusión de la reforma constitucional en materia de justicia y los desafíos en materia de transparencia que, sin duda, serán algunos de los puntos más relevantes que aparecerán en los discursos. De igual manera, los discursos pueden brindar suficientes elementos para dibujar el panorama que le depara al organismo Legislativo en este año.
Por eso, espero que este 14 de enero no pase desapercibido para los actores políticos y que sea una valiosa oportunidad para hacer una revisión y análisis de lo actuado en 2016, y sea el momento político para definir el rumbo que tomarán las instituciones este año. ¿Qué opina usted? ¿Aprovechamos las oportunidades del 14 de enero?