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"Esto igualmente recuerda la traición de la corrupta administración de Pérez Molina y su canciller Carrera".
El Estado de Israel es una entidad soberana creada por una resolución de la ONU de 1948 donde el voto favorable de Guatemala fue de una importancia capital y por ello posee un vínculo jurídico, político y social que ambos pueblos, el guatemalteco y el israelí, guardan desde hace mas de 60 años.
Varias calles en Tel Aviv y en Jerusalén llevan el nombre de Guatemala en honor y reconocimiento a este hecho. La Comunidad Judía en Guatemala es una comunidad respetuosa de la ley que ama a Guatemala e invierte y genera miles de empleos directos e indirectos y que enriquece la diversidad cultural guatemalteca y lo ha hecho por décadas y décadas.
Es por ello que en el contexto de la enésima traición a Israel de la fracasada administración Obama es inaudito ver que existiendo un genocidio en Siria con un régimen asesino como el de Al Asad que inclusive mata con ataques de gas a su propia población civil, cuando dichas armas están prohibidas por el derecho humanitario internacional y el derecho internacional de la guerra, la ONU, en una actitud totalmente condenable en lugar de ocuparse de Siria y esa guerra que lleva mas de medio millón de muertos, prefiere con una vergüenza de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU condenar los asentamientos judíos en Cisjordania e inclusive el escarnio de llamar “territorios ocupados” al muro del Templo del barrio judío de Jerusalén, el lugar más sagrado del judaísmo en todo el mundo y parte de una ciudad milenaria construida por el rey David, ¡centro del mundo judío por siglos!
Esto igualmente recuerda la traición de la corrupta administración de Pérez Molina y su canciller Carrera y su asesor Ligorría que en la vergüenza más grande de la historia de la relación bilateral Israel-Guatemala, reconoce a la autoridad palestina como un Estado sin una coma en cuanto a exigir que se garantice el derecho del Estado de Israel a existir o que se renuncie al terrorismo de Hamás y Hezbolá y Al Fatah contra la población judía y que se reconozca el derecho de Israel de existir con fronteras seguras. Esta abominación, que aún sigue vigente, es una mancha e infamia de esa administración corrupta y llena de traidores contra un aliado confiable y permanente de Guatemala por muchísimos años y una traición al pueblo judío guatemalteco y judío israelí.
Israel es un Estado donde se garantizan los derechos de todos sus ciudadanos sin importar su procedencia, religión u origen étnico, es un Estado democrático con sólidas tradiciones constitucionales republicanas y de un verdadero Estado de Derecho, una economía pujante de innovación tecnológica y de la nueva economía del conocimiento y un faro de luz para el mundo científico-tecnológico y comercial en la economía global. Todo ese adelanto y prosperidad se han logrado a pesar de los ataques terroristas constantes contra su población civil aún cuando voluntariamente Israel se retiró de la Franja de Gaza por completo, incluso destruyendo y reubicando asentamientos y sinagogas, y hasta cementerios judíos en dicho territorio, solo para que Hamás tomara la franja de Gaza de base de operaciones terroristas y lanzara miles de miles de ataques con morteros y cohetes contra la población civil israelí.
Mi condena total para la corrupta ONU y su antisemitismo que inclusive llama a hacer un boicot contra la economía israelí y fomenta el terrorismo contra Israel y más pareciera como lo demostró la diplomacia israelí una resolución redactada por la administración Obama para afectar específicamente al pueblo judío y entregarle unas relaciones internacionales desastrosas al nuevo gobierno de Trump, en resumen lo que hace un político derrotado y resentido para afectar al pueblo israelí y a la inmensa base republicana y evangélica que en los Estados Unidos apoya decididamente al valiente pueblo judío en su lucha por sobrevivir al terrorismo árabe y palestino. Todo mi apoyo y solidaridad al noble pueblo judío guatemalteco e israelí en estos duros momentos de cobarde ataque de una comunidad internacional tomada por el antisemitismo de la izquierda fracasada en el mundo entero.