Opinión

El empresario no es el enemigo

“Este no es un ambiente de paz, ley y orden en el cual todos los guatemaltecos aspiramos a vivir. Es por ello que se ha dicho que, en Guatemala, ser empresario es un acto heroico, pues en su inmensa mayoría el empresario debe tratar de operar y mantenerse a flote, a pesar del gobierno y nunca con su apoyo”

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Si queremos prosperar en forma pacífica y civilizada, debemos defender y sostener las instituciones del  estado de Derecho y la libre competencia de un mercado libre y abierto al mundo. Es por ello que el empresario es una figura heroica en nuestro sistema y en cualquier sistema.

Desde el exportador de vegetales de Zunil y Almolonga y el tendero hasta el dueño de una multinacional que exporta bienes y servicios de calidad mundial, todos son empresarios que engrandecen a este país.

¿Qué es un empresario? Es un ciudadano que arriesga su capital, su propiedad, su nombre y su prestigio para atender al consumidor con sus productos y servicios, que cumple con la ley, paga sus impuestos y tiene competencia.

Un empresario no es un mercantilista corrupto que consigue contratos corruptos con el gobierno o evita la competencia con aranceles o medidas paraarancelarias para evitar la competencia.

Empresarios en Guatemala hay por cientos de miles y todos representan la columna vertebral de todo el sistema, y ellos junto con los trabajadores son la sociedad más importante y productiva de toda la sociedad.

¿Pero qué sucede en Guatemala? Se hace todo lo posible por atacar al empresario, por demonizarlo, por bloquearlo, invadir sus propiedades, impedir el libre tránsito por las carreteras de personas y productos y, en fin, enterrar la empresarialidad bajo el yunque del estado, los trámites engorrosos, los aumentos arbitrarios de impuestos y solo durante los últimos tres gobiernos al menos cuatro reformas fiscales, eufemismo estatal para aumentar impuestos.

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En este momento, mientras escribo “pobladores” bloquean el Aeropuerto Internacional La Aurora, y le perjudican la existencia a todo el tráfico de pasajeros del país. ¿Qué hace el gobierno para solucionar este grave problema, que se extiende ya por tres semanas de bloqueos en carreteras y aduanas por sindicatos corruptos y aliados con gobiernos corruptos como los del PP de salud y educación?

Este no es un ambiente de paz, ley y orden en el cual todos los guatemaltecos aspiramos a vivir. Es por ello que se ha dicho que, en Guatemala, ser empresario es un acto heroico, pues en su inmensa mayoría el empresario debe tratar de operar y mantenerse a flote, a pesar del gobierno y nunca con su apoyo.

Otra cosa son, por supuesto, los delincuentes, criminales y mercantilistas corruptos que hacen negocios sucios con diputados, presidentes, alcaldes y gobernadores. Esas personas no se merecen el honroso título de empresario.

Es a estos corruptos mercantilistas, sindicalistas y políticos a los que la ciudadanía está llamada a denunciar, oponerse y derrotar. Debemos, por ello, todas las corrientes políticas, económicas e ideológicas unirnos en contra de esta nueva acometida contra toda la ciudadanía y los pocos que ya pagamos impuestos: empresarios, trabajadores y consumidores.

No tenemos porque los guatemaltecos aceptar la imposición del gobierno del presidente Morales que no ha dado muestras de capacidad ni de austeridad suficiente como para que los guatemaltecos, empresarios trabajadores y consumidores les entreguemos cientos o miles de millones de quetzales fruto del sudor de nuestra frente, para que se lo gasten en pagarle sus pactos colectivos corruptos a Joviel Acevedo o al violento y corrupto frente nacional de lucha.  ¡NO MÁS IMPUESTOS! ¡NO MÁS CORRUPCIÓN!

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